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El dueño de la cadena de tiendas SYR cumple su prisión preventiva en una celda colectiva en el Centro de Atención Institucional San José, conocido como la cárcel de San Sebastián, según confirmó este lunes el Ministerio de Justicia y Paz ante una consulta de este diario.
Lin, de 26 años y quien no habla español, “se encuentra en las mismas condiciones que los demás y no recibe ningún tipo de beneficio especial”, indicó el Ministerio, al resaltar que si el propietario tiene algún inconveniente relacionado al idioma, se coordina con la embajada de China.
Carlos Alberto Chinchilla Sandí, abogado defensor del dueño de las tiendas, contó a La Nación que el jueves anterior presentó una apelación a la medida ordenada por el Juzgado Penal de San José contra su cliente, quien es investigado por los delitos de tortura, privación de libertad agravada y lesiones leves.
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El Ministerio Público solicitó tres meses de prisión preventiva contra Lin, pero el juzgado solo le impuso dos. Chinchilla se había opuesto a la medida al argumentar que podían valorarse otras acciones como entrega del pasaporte y firmar cada cierto tiempo en una oficina judicial.
Sin embargo, este lunes evitó referirse al tema cuando se le consultó por los puntos que incluyó en su apelación. “Todavía no tenemos respuestas y prefiero no decir nada sobre el tema por respeto a mi cliente”, detalló el penalista y expresidente de la Corte Suprema de Justicia
El abogado agregó que desconoce en qué condiciones se encuentra Lin, pero reconoce que el idioma es una gran barrera. “Él no habla ni entiende el español. Ahí tenemos un interprete que muy probablemente está haciendo la visita para ver en qué condiciones está, en cuestión de saber si entiende lo que está pasando”, dijo.
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Mientras el joven empresario cumple su prisión preventiva, su hermano de 28 años continúa administrando la cadena de tiendas, la cual ha continuado con constantes cierres de locales en San José por diferentes incumplimientos de índole sanitaria, laboral y municipal.
Según el Código Penal, las penas máximas por los tres delitos por los que se investiga a Lin suman hasta 26 años de cárcel. Aunque en un inicio el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) comunicó que al asiático también se le señalaba por aparente agresión con arma, este último delito no fue incluido por la Fiscalía.
El joven empresario empezó a figurar en titulares de noticias cuando fue detenido por agentes del OIJ en la avenida 10, en San José. Sobre él pesaba una orden de captura para que respondiera por un video que trascendió a principios de mes en el que dos empleadas de SYR son agredidas con palos y a una incluso le cortan el cabello.
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Se supo después que este hecho ocurrió el 14 de agosto en una de las tiendas ubicada al costado oeste del Banco Nacional, entre avenidas 1 y 3, calle 4, en la capital. Este comercio continúa cerrado al día de hoy.
