"Hemos tomado la decisión de pedir que se decrete la nulidad del juicio porque del lunes a este viernes (del 11 al 15 de noviembre) se han realizado únicamente tres horas de debate.

"Esto es realmente penoso y vergonzoso para la administración de justicia porque es un juicio complejo, donde hay 30 testigos, muchos de ellos técnicos que van a tomar su tiempo para rendir la declaración y el Tribunal no tomó en cuenta esas circunstancias para nombrar un cuarto juez suplente que estuviera durante el desarrollo de todo el debate por si algo acaecía (...).

“Los Tribunales de Apelación han establecido que el principio de continuidad e inmediatez de la prueba es fundamental en un contradictorio y las suspensiones de largo periodo o constantes hacen que los jueces pierdan la atención de lo que está sucediendo, por lo que los defensores se basan en esas pérdidas de atención para plantear sus recursos de apelación”.

Con esas palabras Jorge Rodríguez, abogado de la familia de Miriam Andrea Fernández Vallejo, expuso sus argumentos para solicitar que el juicio por el feminicidio de la joven, registrado el 29 de marzo del 2018, vuelva a comenzar con otros jueces.

Para el representante legal es fundamental que no se den interrupciones prolongadas y constantes, así como que se conforme un nuevo tribunal con cuatro jueces para que, en caso de que alguno no pueda asistir, el debate pueda continuar.

Este viernes por la mañana estaba prevista la continuación del testimonio de Dowglas Nilon Fernández Aguilar, padre de Andrea; sin embargo, la jueza Krissia Campos Chacón tuvo un quebranto de salud que ameritó que el médico empresarial la incapacitara.

Los jueces Hanzel Araya Morales, quien preside, y Juan Carlos Morales Jiménez salieron a explicar lo ocurrido y lamentaron los imprevistos que se han presentado en el desarrollo de este debate, que el jueves tampoco se reanudó por un atraso en el traslado del imputado, un publicista de apellidos Brenes Oviedo.

Rodríguez destacó que a pesar de comprender la posición del Tribunal, le parece inaceptable lo sucedido, tomando en cuenta que el lunes pasado una parte de la declaración de Fernández tuvo que ser recapitulada por los jueces, después de que se presentara un problema con el audio de la sala 4 de los Tribunales de Heredia.

"Este juicio no va a durar 15, 22 ni 30 días. Es un juicio que va a ser largo, agotador y que le va a tomar mucho tiempo a la administración de justicia, así que no podemos seguir desperdiciando los recursos de los costarricenses de esta manera, de forma irresponsable como lo hace el tribunal (...).

“Ya tenemos problemas que se pueden alegar en la apelación. Una parte de la declaración de don Dowglas (Fernández) no consta en el audio y se reconstruyó, hubo problemas en el traslado del imputado y hoy viernes no se abre el debate sino que se nos dice que una jueza está enferma.

"Tenemos tres motivos que nos alertan y como dice el dicho popular lo que comienza mal termina mal, nosotros queremos que esto termine muy bien, se debe de hacer justicia, pero no se puede hacer justicia cuando el tribunal que dirige este debate desde el principio no tomó las medidas adecuadas para la celebración de forma correcta”, afirmó Rodríguez.

El representate legal de la familia Fernández Aguilar hizo el planteamiento ante los juecesAraya y Jiménez; no obstante, al estar incompleto el tribunal no se pronunciaron al respecto, por lo que será hasta el martes que Rodríguez reitere su solicitud y se tome una determinación.

Asimismo, dijo que en caso de que no haya jueces para la integración de un nuevo tribunal, hay mecanismos para que se forme uno especial.

Psicóloga de fundación: ‘Hay una doble moral’

Este viernes hubo una asistencia masiva de personas a la sala 4 de los Tribunales de Heredia. Los encargados de seguridad tuvieron que colocar más bancas en el recinto y limitar el ingreso.

Entre las asistentes estaba la psicóloga de la Fundación We for we, Noelia Vindas Valerio, y otras integrantes de esa agrupación.

Su objetivo era alzar la voz y pedir justicia por la muerte de Andrea Fernández y todas las mujeres que han sido víctimas de feminicidios.

Vindas destacó que en el país hay una doble moral, porque cuando trasciende una noticia de un caso de este tipo, la sociedad se escandaliza, pero a la vez se escuchan y bailan canciones de reguetón.

“Esta lucha no se trata de manejo de poder, de ser feminista, es un asunto de concienzar, porque con eso cambia la educación. Acá hay doble moral porque nos quedamos espantados de que un hombre de 56 años esté con una muchacha de 25, pero nos subimos al carro y ponemos una canción que dice ‘a mi me gustan mayores’ y es lo que bailamos, eso es lo que nos vende la sociedad, por lo que tenemos que educar a la población de escuelas y colegios porque el consumismo nos vende otras cosas”, explicó la especialista en Psicología.

Destacó que desde la Fundación el trabajo se enfoca en impartir charlas para empoderar a las mujeres y explicar a los muchachos cómo se debe vivir la masculinidad. Además, considera que focalizarse en el fortalecimiento de la autoestima y amor propio en los hogares resulta fundamental para el desarrollo de las relaciones interpersonales.

La psicóloga recalcó que los feminicidios no son un tema socioeconómico, de educación o edad, sino de autoestima.

"Ninguna situación de abuso físico, sexual, o patrimonial se debe permitir. Hay que trabajar en el amor propio y detectar que el control, la escogencia de la ropa y la minimización de parte de la pareja no están bien.

“Muchas personas se preguntan que porqué les tocan relaciones tóxicas, pero no es un asunto al azar, es que las escogemos, muchas veces por falta de autoestima y empoderamiento. Las autoridades educativas y el Estado deben enfocarse en eso, en el tema de la autoestima”, detalló Vindas.

La Fundación We for we tiene su trabajo focalizado en Heredia, especialmente en San Pablo, donde han contado con apoyo. Sin embargo, en San Ramón y en el Centro de Atención Integral (CAI) Vilma Curling ya se han impartido charlas.

Mencionó que este año han trabajado de la mano con miembros de la comunidad estudiantil del Liceo Mario Vindas, donde las estudiantes también dan mensajes a sus compañeros.