A casi 10 meses del Terremoto de Nicoya, el territorio costarricense sigue en proceso de reacomodo y por eso el índice de temblores sentidos cada mes continúa por encima de lo normal, aunque los especialistas afirman que no hay motivo para alarmarse. De hecho, el primer semestre del 2013 cierra con 136 temblores sentidos por la población.
En el mes de junio, que recién terminó, se registraron 22 temblores sentidos, siendo el más fuerte el del domingo 23 a las 2 p. m. con una magnitud de momento (MW) de 5.5.
Solo fue superado por un sismo de 6.2 grados que se originó en Nicaragua el sábado 15 y que se sintió fuerte en nuestro territorio.
Según Lepolt Linkimer, especialista de la Universidad de Costa Rica (UCR), lo normal es que se sientan 12 sismos por mes.
Sin embargo, después de un terremoto como el que sacudió nuestro país el 5 de setiembre del año pasado de 7.6 grados, esos parámetros cambian y registrar más de 20 sismos cada mes se ajusta a lo normal. Así sucedió en 1991, después del terremoto de Limón, afirmó el científico.
En el primer semestre del año, enero aparece como el mes más movido, con 30 sismos sentidos; en febrero hubo 21; en marzo 25; y en abril 17, según datos de la Red Sismológica Nacional de la UCR.
En mayo fueron 21 los sentidos y en junio 22.
En estos dos primeros días de julio solo se reportan microsismos que no han sido percibidos por la población.
De los 22 temblores de junio, 11 se relacionan con la subducción de la Placa del Coco bajo la Caribe.
También hubo un pequeño enjambre en las zonas de Orosi y Paraíso de Cartago, los días 7 y 8 de junio. Estos últimos, por estar más cerca de la población, generaron muchos reportes, si bien sus magnitudes estuvieron entre los 2.8 y 3.5 grados.