Varios indicios hallados dentro de la casa donde vivía una familia asesinada en Santa María de Dota, serán vitales para identificar a los responsables de los cuatro homicidios.
El dato lo proporcionó, ayer, el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Francisco Segura Montero, quien agregó que “los indicios” , de los cuales no dio mayores detalles, fueron enviados al laboratorio de Ciencias Forenses.
“En la casa se encontraron evidencias que pueden ser útiles (...), se está enviando todo a los laboratorios. Ya está empezando a salir información de Medicina Legal con respecto a las lesiones que presentaban los cuerpos. Eso dice mucho y junto con otras informaciones, vienen a darle cuerpo a la investigación” manifestó.
Segura fue muy cauto respecto al posible móvil, pese a que el domingo, la oficina de prensa dijo que se trató de una venganza.
“Se han manejado diferentes hipótesis: de un extranjero, la del hijo del dueño de la finca, en fin, hipótesis públicas que no tenemos confirmadas. Trabajamos una serie de informaciones que son propias de la investigación; las otras que han circulado no las puedo confirmar porque son puras especulaciones”, afirmó.
El jefe policial confirmó que en los asesinatos de Ramón Suárez Espinoza, de 50 años; su esposa, María Haydée Miranda Salmerón, de 32, y sus hijos Abraham y Elena María, de 11 y 9 años, respectivamente, actuaron dos personas o más. Asimismo, se confirmó que en los crímenes se usaron un machete y un puñal. Esto, por el tipo de heridas de las víctimas.
Para las autoridades, las muertes ocurrieron entre miércoles en la noche y jueves.
Enrique Jiménez, director de Escuela República de Bolivia, donde estudiaban los niños asesinados, dijo que ayer llegó un equipo técnico a trabajar con los escolares –una población de unos 500 estudiantes–; su objetivo es bajar el impacto de los crímenes.