Entre la tarde y la noche del miércoles, en apenas cinco horas, Costa Rica registró cinco homicidios más. Sumó 849 asesinatos desde que comenzó el año, una cifra nunca antes alcanzada en un mismo calendario.
El primero de los casos se registró a las 4:08 p. m. en barrio San José de Alajuela, cuando Marco Esteban Monge Arce, de 24 años, fue atacado a balazos mientras se desplazaba en un vehículo frente a la iglesia católica de la localidad. Recibió al menos tres disparos en el cuello, cabeza y tórax. Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Monge fue abordado por un sujeto que iba a pie. No se descarta que el caso esté asociado a un ajuste por deudas.
El fallecido era vecino de El Coyol de Alajuela, muy cerca de donde lo oriundo de esa misma provincia, soltero y sin hijos, según datos del Registro Civil.
A las 4:40 p. m., tras una alerta vecinal, funcionarios de la Cruz Roja encontraron en una vivienda en Río Frío de Sarapiquí el cadáver de un adulto mayor identificado como Juan Rafael Ramírez Leal, de 73 años, quien era pastor evangélico.
Al parecer, habría sido atacado a golpes cuando se apersonó en la vivienda de un amigo, que estaba sola, pues escuchó ruidos. Las autoridades judiciales indicaron que Ramírez habría sorprendido a un sujeto de apellido Ruiz, de 31 años, quien al parecer perpetraba un robo, por lo que el delincuente lo agredió y lo dejó sin vida en la sala.
En la huida Ruiz le dijo a una vecina que había tenido un altercado con Ramírez y que este último había quedado inconsciente dentro de la vivienda.
La Fuerza Pública detuvo a Ruiz en vía pública media hora después y lo dejó a la orden de la Fiscalía para determinar su situación jurídica.
Tres horas después, a las 7:53 p. m., una balacera en Pueblo Nuevo de Parrita dejó como saldo la muerte de una adolescente de 17 años y un hombre de 29 años, identificado como Andony Ortega Jaén. Ambos viajaban en una motocicleta cuando fueron interceptados por otros sujetos en un vehículo. Fueron atacados con armas de grueso calibre.
El quinto caso ocurrió luego de un tiroteo a las 9 p. m. en en el barrio El Erizo, Desamparados de Alajuela. La víctima fue identificada como Álvaro Antonio Alfaro Muñoz, de 44 años. El hombre salió de su casa a pie y a escasos metros fue abordado por varios sujetos que le dispararon tres veces en el tórax. La Cruz Roja lo declaró fallecido en el lugar. Al sujeto no le robaron nada y al parecer se trata de una venganza por razones que el OIJ trata de dilucidar.
El ministro de Seguridad, Mario Zamora, sostiene que “ha habido un aumento histórico, año a año, en que la cifra de homicidios supera a la del año precedente y esto ha venido siendo así durante los últimos diez años. La evolución no-atendida del fenómeno homicida y sicarial por tanto tiempo es la causa que ha consolidado el quehacer de la criminalidad organizada trasnacional y nacional”.
Sin embargo, al analizar las estadísticas del Organismo de Investigación Judicial, la cifras de muertes no vienen en una escalada en la última década. En el 2017 hubo 596 casos y el número descendió a 564 en el 2019. En el 2021 hubo 588 asesinatos y desde entonces, apenas hace dos años, hubo un salto a 661 en el 2022. Para el 2023 se esperan más de 930 crímenes de este tipo.
Colaboró en esta información la periodista Fátima Jiménez.