Carlos Alberto Rivera Sanabria, quien mató, mientras manejaba borracho, según la Policía, a un odontólogo el 14 de marzo anterior, recobró ayer su libertad tras saldar una millonaria fianza.
El acusado puso a responder ante el Juzgado Penal de Cartago dos bienes inmuebles valorados en ¢120 millones.
No fue posible conocer de qué tipo de propiedades se trata, pero trascendió que ambas están en el cantón Central de Cartago.
Rivera permanecía en prisión desde el día del fatal accidente.
Fue beneficiado por el Tribunal de Juicio de Cartago, el cual resolvió que ya no hay peligro de fuga, tampoco riesgos para las investigaciones judiciales.
Los jueces fijaron una fianza de ¢120 millones y los familiares del acusado decidieron poner a responder, como lo permite la Ley, dos de sus propiedades, lo que finiquitaron avanzada la tarde de ayer.
Rivera salió de la cárcel Cocorí, en Cartago, a las 4:35 p. m. de ayer. Llevaba anteojos oscuros y rehusó dar declaraciones.
Fue trasladado rápidamente, en un auto con vidrios polarizados, hasta una residencia en la urbanización La Cimarrona, en el barrio El Molino de Cartago.
Su abogado, Federico Calderón, confirmó que analizarán la posibilidad de una conciliación para evitar ir a juicio.
La víctima se llamaba Cristhofer Lang Arce, de 31 años, era odontólogo, estaba casado y era padre de dos niños de corta edad.
Él fue atropellado la mañana del 14 de marzo cuando descansaba, tras viajar varias horas en bicicleta, frente al supermercado Pasoca, en la autopista Florencio del Castillo, en sentido San José-Cartago, según las autoridades. Ese día Rivera, de 30 años, escapó , pero la Fuerza Pública lo interceptó en Ochomogo. Colaboró Jorge Calderón.