Un agente del OIJ fue ultimado ayer, con disparos de ametralladora AK-47, durante un enfrentamiento con una banda ligada al asesinato de una estudiante universitaria, ocurrido el jueves anterior en San Pedro de Montes de Oca, San José.
Se trata de Randall Mauricio López Garita, de 30 años, casado y padre de un niño de dos años.
Laboraba desde febrero del 2005 en el Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Estaba asignado a la Sección de Asaltos.
La refriega se registró a las 2:45 p. m. de ayer, unos 150 metros al norte del cementerio de San Antonio de Escazú, San José.
Allí, López, en compañía de otros oficiales del OIJ, interceptó un automóvil en el que viajaban cuatro hombres, entre ellos uno de apellido Perkins, ligado directamente con la muerte de Milena Madriz Muñoz, de 20 años.
La joven fue alcanzada por una bala perdida durante un enfrentamiento entre dos bandas de delincuentes, determinó el OIJ.
Desde ese día, investigadores de la Policía Judicial le seguían el rastro a varios sospechosos, entre ellos a miembros de una banda integrada por jamaiquinos.
Dos de ellos incluso ya habían sido detenidos en ocasiones anteriores por otros hechos. Sin embargo, no habían sido acusados formalmente, tampoco juzgados.
Ayer, el director del OIJ, Jorge Rojas, en conferencia de prensa, se rehusó brindar detalles acerca de esa organización delictiva.
Alegó que hay aspectos aún bajo investigación que no pueden ser revelados por ahora.
Auto interceptado. Los agentes judiciales gritaron a los sospechosos que se entregaran pero uno de ellos, la Policía cree que Perkins, bajó empuñando una ametralladora AK-47 y empezó a disparar alocadamente.
A partir de ese momento, según informes en poder del OIJ, los investigadores llevaron las de perder. Solo portaban pistolas 9 milímetros.
Tres vehículos del OIJ fueron alcanzados, en numerosas ocasiones, por las ráfagas del fusil de guerra. De acuerdo con la Policía, esta arma puede disparar hasta 600 proyectiles por minuto.
Dos balas impactaron a López, una de ellas cerca del corazón.
El proyectil le atravesó el chaleco que portaba, confirmó ayer el director del OIJ, Jorge Rojas.
Fue trasladado con vida al hospital San Juan de Dios pero iba muy delicado. Sufrió un paro cardiorrespiratorio y lo declararon muerto a las 3:50 p. m. de ayer.
Al enterarse, varios de sus compañeros, quienes buscaban a varios de los delincuentes en fuga, estallaron en llanto.
Durante el enfrentamiento, también resultaron heridos el agente del OIJ, Joaquín Sánchez y el vecino, Samuel Chaves Sandí, de 90 años, quien recibió un balazo en el abdomen cuando se encontraba sentado en la sala de su casa.
Además, uno de los sospechosos recibió un balazo en la boca. Ayer, no fue posible conocer su identidad. Trascendió que tiene 17 años.
Los agentes detuvieron cerca del sitio del tiroteo a Perkins quien hoy será presentado ante un juzgado penal capitalino. Un fusil AK-47 hallado en un cañal cerca del sitio de la refriega sería con el que mataron a López.
Ayer, por primera vez, se integró el llamado “Comité de crisis”, integrado por OIJ, Fiscalía y Seguridad Pública entre otros. Se conforma solo para situaciones muy delicadas. “El país no puede soportar que sigan matando policías...”, exclamó el fiscal general de la República, Fracisco Dall’Anese, quien insitió en la necesidad de mejorar el control sobre las armas de fuego. Colaboró Estefanía Bermúdez.