Este es el relato de un proyecto musical que nació cuando un tecladista costarricense tocó al lado de una cantante de madre ecuatoriana y padre sueco... en China. Incluso, es posible que no se hable solamente sobre el disco que Tamela Hedström y Edgar Brenes-Soto, los dos protagonistas de esta historia, preparan. También se refiere a ellos y a cómo las casualidades de la vida los unieron al son de los ritmos que más los apasionan.
En este lado del mundo es el nombre del material discográfico que, se espera, sea publicado en marzo de este año y con el cual Tamela y Edgar experimentan con un género que llaman "Neo soul latino". En él, tiene cabida el jazz, el soul, el pop, la salsa, el sonido del piano y del charango. Con él, se canta en sueco, español, italiano y portugués. Y solo hay un adjetivo que describe todo esto a cabalidad: fusión.
Tamela Hedström es sueco-ecuatoriana pero llegó a Costa Rica a los dos años e hizo de este su país. Ha sido locutora de radio, presentadora de televisión, compositora y cantante. En el 2012 logró reconocimiento dentro y fuera del país por su nominación al Grammy Latino.
Por su parte, Edgar Brenes-Soto es compositor y tecladista. Ha formado parte de reconocidas bandas nacionales como Lucho Calavera y Patiño Quintana. Actualmente, es el tecladista de una banda que encanta a miles de seguidores con una mezcla de rock y ritmos latinos: Percance.
Para ambos, la música es el motor de la vida, una manera de expresar emociones e identidades. Es la razón para emprender un camino juntos, durante meses, con el fin de hallar las mezclas perfectas.
Encuentros de allá
P: ¿Cómo se conocieron ustedes?
Tamela: Nos vimos por primera vez muy rápidamente en un concierto el 15 de septiembre de 2013, en el cual yo toqué con Son de Tikizia y él con Percance. Pocas semanas después, nos vimos en el Banco de Alimentos de Costa Rica ya que somos embajadores de buena voluntad de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, por sus siglas en inglés). Ahí ya pudimos hablar y conocernos más.
Edgar: La mejor parte de la forma en la que nos conocimos fue que empezó como la parte humana, fuera de lo profesional.
T:Luego me di cuenta que tocar con Percance es solo una de las mil cosas que ha hecho y su faceta como compositor me interesó mucho. Semanas después me envió una canción que escribió, en caso de que me interesara cantarla. A veces cuesta encontrarle la química a una canción y aunque uno la escucha sabe que no es para uno. Cuando oí su composición me sorprendí. Ahora esa es una de las canciones que está en el disco.
P: ¿Cómo llegan a tocar juntos en China, en el Chaoyang Pop International Festival y en el Strawberry Music Festival?
E: Fue muy gracioso porque Tamela me dijo "mirá me salió un festival y quiero ir a tocar pero no tengo pianista". Yo le dije que iría pero ella no me detalló adónde era. Como a la semana después me explicó: "Es en China, ¿vamos?".
T: Todo sucedió por situaciones que estaban pasando en nuestras vidas. Ellos (los organizadores del festival) te mandan la invitación y vos tenés que mandar tu repertorio para que ellos decidan si es apto para el festival. Era de pop latinoamericano y del caribe pero en este caso no tenía la posibilidad de llevar una banda, necesitaba un solo músico que pudiera tocar latino, soul, pop y contribuir con otras cosas, con otros instrumentos: ser multifacético.
Yo acostumbro acompañarme con los mejores músicos del país pero siempre hay gente nueva con la que uno quiere trabajar y en este festival me dije que tenía que ir con alguien nuevo que apreciara la oportunidad, que tuviera interés de ir y que toque bien los géneros. En ese momento fue un reto pero se lo dije a él. "Pero el festival es en China'", le dije yo. Él solo me respondió: "¿Qué?".
P: ¿Que tan importante fue la respuesta del público Chino para iniciar su proyecto musical?
E: Era importante porque es ir a Asia, a un país donde no hablan el mismo idioma. Vimos que incluso de ese lado del mundo nuestro material funciona. Muchas bandas tenían el presupuesto para llevar a bailarines y cientos de músicos. Nosotros estábamos a piano y voz y debíamos encargarnos que las melodías y nuestro carisma fueran suficientes para encantar al público. Eran masas. Lo mejor fue darnos cuenta que fuimos de los grupos que más llamamos la atención. Fue por eso, por lo bien que nos fue que nos dijimos que si estaba funcionando. Que queríamos aprovechar esa fuerza y esa magia en el proyecto.
T rabajos de acá
P: ¿Qué intentaron plasmar en el disco?
T: En las canciones y letras del disco tratamos de rescatar la parte humana detrás de la amistad, de la pareja. Esa parte sensitiva que mucha gente, por pena, no quiere ni logra expresar. Muchas veces este mundo tan moderno y tan cool oculta una parte de las personas que tratan de aparentar ser otros. En el disco hablamos de esa transparencia, de hacer lo que uno quiere, de soñar con libertad.
E: Algo importante de esa sensibilidad es que no implica ser frágil. En un sentimiento que ayuda a muchas cosas y que, más bien, hace que las relaciones de las personas sean más fuertes. También nuestro disco es como un juego, todas las canciones tienen un tono musical diferente. Al trabajar juntos nos dimos cuenta que nos gusta retarnos a explorar posibilidades musicales.
P:¿Cuáles son los temas que trata este disco?
E: Sobre dos temas muy fuertes: primero, apropiarse de este género, el "neo soul latino" y darle nuestro color, nuestro sabor, nuestras fusiones, con todo lo que somos. Y, en la parte compositiva, trata del amor pero en todas sus dimensiones. Habla del amor de pareja, de la amistad, del amor hacía el padre, a la familia, a la música, a la vida. Creo que esos dos temas se unen y empiezan a jugar entre sí y entre nosotros también.
T: Anteriormente, todas las canciones que escribía eran hacía el desamor y hacía la lucha por los sueños que uno tiene. Hemos logrado un disco con tema positivo, con esperanza y con todo tipo de amores. No quedarse nada más en el llanto, sino que más bien en lo bello que es la amistad, la familia y soñar.
P:El sencillo promocional de este disco, Batería, se canta en tres idiomas (sueco, italiano y español) ¿Por qué deciden componerla así?
T: Los dos nos dimos cuenta que Costa Rica es otra con respecto a la que era hace 20 años. Hay una invasión de muchas otras culturas, de otros géneros musicales. Siento que es una representación de lo que Costa Rica es hoy: una fusión de culturas que son orgullosamente ticas por igual.
E: Al final, el mensaje se transmite en el idioma que sea, si es claro y sensible, la gente entiende. En China nos funcionó, cantamos esa canción, y allá la coreaba un público que no habla ninguno de los tres idiomas.
P: ¿Cuáles de esas experiencias personales hallan un lugar en el disco?
E: Son muchas. La primera ocasión en la que trabajamos juntos nació después de un viaje a México de Percance y eso reúne muchos buenos recuerdos que se vivieron allí. Y efectivamente así se llama una de las canciones, Buenos recuerdos. Al final no es una sola experiencia la que hace la que canción nazca sino varias. Uno logra canalizar lo que quiere decir cuando deben salir las canciones.
También hay viajes internos, no solo físicos. El resultado son canciones muy propias. Un lunes de lluvia durante la tarde, en el piano. Y ese puede ser el viaje que hiciste.
T: Por mi parte, de todas esas experiencias, recuerdo una concreta. Por casualidad entré a Swedish Idol en el 2007. Hubo algo que hice mal allí: pretender calzar en un molde que el mercado establece. El lugar de cantar lo que le nace y apasiona a uno. Por ello, muchas de las canciones en este disco son "al desnudo", son experiencias, sentimientos y sueños que se convierten en canciones.
Caminos conjuntos, allá y acá
P: Tamela, usted tuvo un accidente de transito en el 2004 que conllevó 24 cirugías y debió luchar mucho para volver a caminar. ¿Qué tanto ha repercutido eso en su carrera?
T: Mi accidente ocurrió hace ya mucho tiempo pero pasé siete años luchando con mi pierna. En ese tiempo han pasado muchas otras cosas pero creo que puedo rescatar algo en especial: el hecho de que no hay porque moldearse a lo que quiere la gente ni en una relación, ni en una carrera, ni en una amistad. Debemos ser sinceros con nosotros mismos y si algo me enseñó mi accidente fue justamente que son más importantes otros valores, otras bellezas, más allá que aquello que la sociedad inculca; sobre todo, en una carrera tan superficial como la nuestra.
Mucha gente ni siquiera nota que tengo cicatrices o un problema en un pie. No es lo que resalto. De esa situación aprendí que lo importante es que a pesar de los problemas o los desamores no se debe estar solo en el dolor y el desamor. Me desahogué de ellos en el disco anterior para ahora decir: "Ya, me desahogué, ya no tengo de qué quejarme más" (ríe).
E: De hecho, una de las canciones del disco se llama Última triste canción de amor.
T: Cuando escribí esa canción me dije "ya no más canciones de desamor, dejémonos de esas pendejadas (risas)". Uno madura y entiende que no hay porqué sufrir por amor.
P: ¿Qué han aprendido el uno del otro de trabajar juntos?
T: Los dos estamos muy decididos a lo que nos gusta, el sonido y el mensaje que queremos transmitir entonces es un acto de humildad el trabajar juntos y respetar el interés del otro. Uno trabaja con alguien porque lo admira y le gusta lo que hace, pero también hay momentos donde uno quiere cambiar algo y de pronto hay que ceder.
Siempre queremos retarnos a hacer cosas mejores y además empujarnos a no quedarnos en la zona de confort. Nos motivamos a probar caminos no acostumbrados. Él como compositor y pianista y ahora como cantante, lo cual creo que es una sorpresa hasta para su familia.
E: El verdadero trabajo en equipo es complicado. Es como una liga que se estira y se encoge. La parte más emocionante es que no es trabajar en lo de Tamela o yo con lo que más me gusta. Es trabajar en conjunto.
T: Eso es difícil para muchos artistas, dejar el ego al lado.
E: Este es un ego compartido (risas).
T: Además, lo disfrutamos juntos y estamos felices con el proyecto.
P: ¿Edgar que tan diferentes es trabajar con Tamela a trabajar con Percance?
T: Yo creo que todas las persona tenemos dimensiones distintas desde las cuales aportar. La gente le llama hobbie, para mí es mucho más, es una pasión: la música. En ella, hay muchos géneros, sonidos y sabores distintos. Eso pasa a la hora de trabajar con Percance y con Tamela. Son dos sonidos que despiertan partes sensitivas muy distintas en uno.
Hasta con el público, yo puedo ver con Percance gente que salta y brinca; y con Tamela, que baila, se sienta o llorá. También me ha pasado con otras bandas donde he tocado, como Patiño Quintana, Lucho Calavera o la Big Band de Costa Rica. Cada una desarrolla partículas distintas de uno, las mueve, las acelera o desacelera. Personalmente es un reto acomodarse a cada banda. A veces uno se deja llevar, el cuerpo mismo lo lleva.
P: Edgar, publicaste en Twitter la frase "Entonces te das cuenta que no es quien te mueve el piso, si no quien te da un nuevo camino para andar...". ¿Se relaciona eso con las experiencias y sentimientos que imperan en este nuevo material?
E: El tuit es muy cierto. Durante la juventud una persona le mueve a uno el piso y esa es la que uno quiere. Pero creo que es importante construirse un camino, sea con la misma persona o no. Creo que las relaciones de amor nunca quieren hacer daño a la otra persona, quieren mejorar y ayudar. Pero me refiero también a ese amor de amigos, de padres y hermanos. Creo que la función del amor es algo más allá de solo sentir mariposas en el estómago. Esas se transforman para hacer un nuevo camino en conjunto.
P: ¿Cuál es su relación actual con el amor?
T: (Risas) Nunca he estado tan abierta al amor como ahora, en todos los sentidos de la palabra porque he tenido un cambio en la vida. Aceptar la vida y la persona que uno es en plenitud.También procuro ser transparente en el amor con la pareja, con la familia, con los mejores amigos.
Le dije a mi familia que este año solo quiero rosado y fantasía. No como algo poco realista sino que, realmente, todo lo que haga nazca del amor, que todo sea como la canción de The Beatles, All you need is love. Incluyendo la bondad hacia el prójimo.