La puertorriqueña Kany García visitó la semana anterior nuestro país como parte de su gira de promoción de su más reciente álbum “Soy yo”.
La ganadora de tres Latin Grammy y autora de éxitos como “Hoy ya me voy”, “Feliz”, “Duele menos” y “Mi amigo en el baño” conversó con revista Perfil sobre sus proyectos, su vida y su disco. Acá un extracto de nuestra conversación con la artista.
-Ya son 11 años de carrera, se ha visto una evolución en su trabajo. ¿Cómo lo ve desde adentro?
El camino no es en vano, los viajes y las vivencias tampoco. Es imposible que las ruedas no se muevan, evidentemente hay ciertas profesiones en las que es mucho más notable ese proceso evolutivo. Sobre todo uno como cantautor que tiene la posibilidad de sacar de sí sus vivencias, lo que se vive lo hace en música.
Estos últimos años han sido momentos cruciales para encontrar y tener claro qué es lo que quiero hacer y cuáles son las cosas que quiero defender.
Esto es parte de un proceso de madurez. Hay ciertas cosas que, por más que uno crea en ellas, siente que aún no tiene la credibilidad por parte del público para banderizarte con ellas.
-Sus letras llevan un mensaje.
Tiene que ver con una necesitad. Sino todo sería muy vacío. Hacer música que habla únicamente de las relaciones amorosas, de dejarte o de volver, o de estar enamorado, tiene una cierta superficialidad. Yo tengo una necesidad mucho más grande.
Creo que cuando conoces mucho más a la gente, te das cuenta de que sufre mucho más que su vida amorosa. Te cuentan de su trabajo, de lo que viven, de la realidad que vivieron en su familia, el dolor tan grande de pérdida, la realidad de un gobierno que no responde, de la injusticia… y te sientas a escribir y dices “¿cómo voy a escribir de algo tan pequeño que no es la vida de un ser humano?”
Por eso la música tiene que representarnos en tantas otras cosas. Existe en mí la necesidad de que haya música para ello. Cuando tengo la capacidad de cambiarle un día a alguien con cantar una canción, te das cuenta del poder que tienes en las manos tuyas, es cuando el hacer música se vuelve una conexión.
-Cuéntenos de sus raíces.
Empecé en la música muy chiquita. Mi familia fue vital porque mi mamá vio en mí un talento cuando yo aún era muy pequeña para darme cuenta. Ahora escucho grabaciones de ella donde me pedía que siguiera ciertos ritmos y patrones. O sacaba la guitarra y me decía “canta esta y esta nota”. Ella empezó a ver que tenía un talento ahí, es como un atleta que ves a un niño y dices tiene potencial muy grande.
Por eso empecé en la música. Empecé a tocar violonchelo porque era literalmente el único espacio para matrícula, me encantó. Siempre me encantó vivir en un entorno donde yo no era la protagonista, estábamos en una orquesta donde necesitábamos a todos. Eso me creo hoy en día un sentido muy grande de que al ser artista necesito de mis músicos y saber que sola puedo hacer un show pero que con ellos es mejor.
Son dos disfrutes muy distintos. En el paso del camino empecé a cantar por que me gustaba, no porque sabía que era lo que iba a hacer. Empecé a cantar con mucha libertad. Empecé con música de Silvio Rodríguez y Joaquín Sabina... cosas muy de cantautor y descubrir que eso me gustaba.
Me di cuenta de que me gustaba eso mucho más que tocar chelo. Fue así como empecé mi camino con esa libertad, como no me la creía de que iba a ser artista podía hacer lo que quisiera porque no pasaba nada. Hoy en día sigo haciendo lo que me da la gana sin importar lo que están esperando que haga.
- Esa es la libertad que se refleja en este álbum.
Sí. También tiene que ver con lo que está sucediendo en la música. Estamos en una etapa en la que las letras cada vez nos importan menos y donde hay demasiada carga sexual en ella.
Yo vengo de un país donde me crié con esta música urbana y desde que tengo uso de razón siempre ha existido. En este momento cuando estamos viviendo tan saturados de esa música, cuando salen discos como el mío de alguna forma la gente lo recibe como un bálsamo.
Este era un disco de cuidar letras y de cuidar todo y de una necesidad de decir cosas importantes en tiempos donde hace falta decirlas.
- Ya nos comentó que el amor no lo es todo en la vida, pero ¿cómo está en este momento el amor en la suya?
Espectacularmente bien. Súper bien en todos los sentidos, porque no es solo el amor en pareja. Es el amor de todo tipo: de amigos, de familia, de equipo de trabajo que también ama profundamente este proyecto y creen en él.
Creo que soy una persona demasiado demasiado bendecida.
-¿Qué mensaje le da a las mujeres que no dan un paso hacia lo que realmente desean por temor al qué dirán?
Pues que las entiendo. Es muy difícil pedirle a la gente que dé pasos adelante porque hay unos procesos bien personales, por ejemplo, conozco a mujeres que viven un procesos de maltrato con su pareja y uno se atreven a dar un paso adelante porque tienen miedo y lo entiendo.
Vivimos en un mundo donde toda la vida nos han enseñado a que nosotras estamos por debajo, que no estamos en el mismo lugar que los hombres que no podemos salir a la calle solas porque es un peligro. O que nosotras no podemos echar adelante una familia solas porque se supone que necesitamos a alguien a nuestro lado y nos han metido tanto eso que de alguna manera es desaprender. Es un proceso que toma tiempo y donde uno tiene que ser valiente y reconocer que no hay nada más importante que ser pleno.
No existe un día en mi vida que yo no me sienta bien de todos los pasos que he dado hacia adelante. Uno tiene que caminar hacia la felicidad, hacia la plenitud. Y es que la vida es tan cortita, es tan breve y al final nos vamos solos y no con la gente, así que hay que caminar para adelante.
-¿Cuál de sus letras habla de ese empoderamiento femenino?
Yo creo que directamente la canción de “Banana Papaya” con René Pérez (Residente), me encanta porque sí jugamos mucho a él ser el sometido y decir yo me pongo en cuatro directamente. Hablamos de un sometimiento que lo escuchamos en todas las canciones pero desde la mujer. En ese sentido es una canción importante sobre el empoderamiento de uno mismo como persona, eso también lo refleja la canción de “Sácala a bailar”. Son canciones que hablan de diversos puntos del empoderamiento del ser humano.
Entrevista con Kany García
Posted by Revista Perfil on Friday, September 7, 2018
-Hace unos meses dio mucho de qué hablar al salir sin maquille en las redes sociales.
Sí, la belleza va más allá de lo que vemos. He conocido gente hermosamente espectacular que físicamente te venden una cosa y lo que tienen por dentro es increíble, y he conocido mujeres extraordinariamente preciosas que no duro dos minutos hablando con ellas porque no puedo. Entonces, creo que la belleza va más allá que un maquillaje. Para mí fue un movimiento bonito porque era llevar un mensaje al mensaje que nos han dicho de que necesitamos andar con maquillaje, con tacones y arregladas porque sino no vamos a conseguir ciertos lugares en la vida y en la sociedad.
Por un momento hacer un mensaje que hable del verdadero valor del ser humano me pareció un movimiento valiente y necesario.
-¿Qué viene por delante?
Pues mucho trabajo. Este 2018 estamos de gira promocional, quiero acabar todos los países que nos quedan: Panamá, Ecuador, España y Chile. Una vez que acabe el año que viene empezamos la gira de conciertos por todos estos países, obviamente incluyendo Costa Rica.