Coco Chanel

Una vez dijo que “el lujo debe ser cómodo; de lo contrario, no es lujo”. No hay frase más representativa del aporte de Coco Chanel a la alta costura, alejándose del tradicional corsé y optando por siluetas rectas que se popularizaron durante la década de 1920.
Sus diseños inspirados en la indumentaria masculina, fueron bien recibidos por el público. Lo simple se convirtió en sinónimo de elegancia; piezas como el little black dress y el famoso traje de Chanel son algunos de los diseño más emblemáticos de su legado.
Mary Quant

Nació en el momento indicado, pues tomó inspiración de la energía, los vivos colores y el deseo por lo nuevo que dominaba Londres durante la década de 1960 en lo que se conoció como el período de “Swinging London”.
A Quant se le reconoce por haber popularizar la minifalda y los shorts, creados para aquellas jóvenes que escuchaban rock and roll y buscaban sentirse empoderadas en ambientes académicos y laborales dominados por hombres.
Vivienne Westwood

En 1970 el punk estaba revolucionado la escena de la música y de la moda, una de sus principales expositoras fue Vivienne Westwood, quien saltó a la fama al vestir a los Sex Pistols.
Sus extravagantes diseños suelen funcionar como protesta contra el sistema político. Desde un inicio, decidió que su marca se viera inspirada por grandes acontecimientos de la historia mundial como lo fue la Revolución Francesa.
Diane Von Furstenberg

Llegó a Nueva York recién casada con un aristócrata alemán y a sus 27 años, en 1974, hizo historia al crear el famoso wrap dress. Esta silueta funciona como una pieza transicional del trabajo a la discoteque.
Es imposible separar la marca de la mujer, si bien Diane hoy está más concentrada en el empoderamiento de mujeres, la casa de DVF es una oda a su persona con estampados llamativos que adornan las distintas versiones de su icónico vestido.
Carolina Herrera

Nació en el seno de una familia política prominente, su padre era gobernador de Caracas y fue ahí donde formó su propia familia. Pero a sus casi 40 años, Carolina estaba buscando algo nuevo; así que junto a su esposo y sus cuatro hijas, se enrumbó a Nueva York. Al llegar en 1981, sus amistades la animaron a diseñar una colección y el resto es historia.
Su marca se basa en la elegancia que logra gracias a siluetas femeninas y estampado clásicos como los polka dots. Fue una de las diseñadoras favoritas de Jacqueline Kennedy y ganó notoriedad al diseñar el vestido de novia de su hija, Caroline Kennedy en 1986.
Anna Wintour

Cuando llegó a la revista Vogue en 1988, colocó en la portada a una modelo que llevaba un suéter de alta costura combinado con un par de jeans. La compañía creyó que Ana estaba cometiendo un error al alejarse de las elegantes tomas en primera plana que solían adornar sus portadas. La edición fue un éxito y era solo el comienzo de su carrera de más de 30 años al frente de la publicación.
Siguió tomando decisiones arriesgadas para una revista de alta moda, fue la primera editora que colocó a celebridades en la portada, expandiendo la industria de la moda al conectarla con la del entretenimiento. Un claro ejemplo de esto, es la famosa Met Gala que Wintour se encarga de organizar cada año.
Donatella Versace

Fue la musa de su hermano Gianni, quien fundó la casa de Versace en 1978. Donatella le aportó con crítica e inspiración a los extravagantes diseños popularizados durante la década de 1990. Cuando Gianni fue trágicamente asesinado en 1997, Donatella asumió las riendas de la compañía.
Hoy, más de 20 años después mantiene la filosofía de Versace, según la cual “un vestido es un arma para que una mujer consiga lo que quiera”. Esta casa de moda se caracteriza por estampados exuberantes y siluetas sumamente sensuales.
Stella McCartney

Nació en el medio del ojo público al ser hija del músico y ex Beatle Paul McCartney. Creció a las afueras de Londres rodeada de animales y siguiendo la dieta vegetariana de sus padres, este profundo respeto a los animales definiría su carrera en el diseño de modas.
Stella ha señalado en múltiples ocasiones que la industria de la moda es una de las menos amigables con el ambiente, se ha negado a usar cuero y pieles, optando por innovar con telas creadas a partir de residuos del océano, cuero sintético y pieles falsas.