La Semana Santa no sería de las más esperadas del año si no fuera por las muchas tradiciones culinarias que los ticos acostumbramos preparar durante esos días: empanadas de chiverre, bizcochos, tamal asado, picadillos, pan casero, arroz con leche, ceviches, mariscadas y arroz con palmito son parte de las opciones.
Si bien no está mal disfrutar de estos alimentos, debemos hacerlo con moderación ya que consumir solamente estos platos puede hacer que muchos dejen de lado prácticas saludables y se altere el PH de la sangre.
Muchos especialistas en salud señalan que una de las claves para tener un cuerpo sano es buscar la alcalinidad, es decir, mantener un PH de 7.4, aproximadamente. Según explica la health coach Catalina Vargas, la sangre es naturalmente alcalina pero existen prácticas que pueden acidificarla.
"El exceso de productos, no de alimentos, acidifica la sangre: los enlatados o procesados; y factores externos, que a veces no podemos controlar, como los químicos, el maquillaje y las cremas. El estrés y las emociones (estar deprimido, acomplejado, tener miedo e inseguridades) también tienen este efecto", explica Vargas.
¿Y por qué es importante tener un PH balanceado? Una sangre ácida es un ambiente propicio para las bacterias y los virus, y permite la acumulación de líquidos y toxinas. A la larga, esta condición en el cuerpo puede desencadenar enfermedades inflamatorias, como artritis.
La solución, en lugar de eliminar, es agregar: No deje de probar sus comidas favoritas de Semana Santa pero, además, introduzca algunos hábitos que le ayudarán a alcalinizar su organismo. La educadora en alimentación viva, Ariana Morales, recomienda cuatro simples consejos útiles para este semana y el resto del año:
- Agua con limón en ayudas. tibia o a temperatura ambiente, un vaso de agua con limón le ayudará a alcalinizar su sangre. Más aún, si es lo primero que ingiere durante el día.
- Platos verdes. Tanto Vargas como Morales recomiendan consumir alimentos crudos y verdes, como lechuga, espinaca, acelga o apio. No olvide también las frutas, el aguacate y las semillas. Disfrute el tamal asado, sí, pero sin dejar de lado la parte verde de cada comida.
- Agua y alcohol intercalados. Por cada cerveza, un vaso de agua o un líquido alcalinizante. "Es importante compensar con agua, agua con limón, agua de pipa o agua con sábila cada bebida etílica que consumamos, ¡adiós resaca además!", señala Ariana.
- Actividad física moderada. Caminar al menos 20 minutos, andar en bicicleta, meditar, hacer yoga o cualquier ejercicio le ayudarán a oxigenarse y reducir el estrés, uno de los principales factores acidificantes. Catalina advierte sobre el ejercicio muy intenso, el cual tiene el ejercicio contrario.