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(Shutterstock)
L a vida en pareja pasa por muy diferentes etapas, y en ninguna de ellas debería faltar el deseo sexual. Sin embargo, la experiencia clínica nos alerta de lo contrario: la falta de deseo es una de las disfunciones más comunes en la consulta sexológica.
El problema suele ocurrir (o agravarse) cuando la rutina, el aburrimiento y la falta de innovación se apoderan del sexo. Eso sí, tampoco hay que satanizar a la rutina, porque tiene sus lados positivos. Cuando dos personas viven juntos, necesitan de la rutina para organizar su día a día, y habrá momentos donde no se puede innovar en el sexo.
Creer que todos los encuentros serán una experiencia revolucionaria, podrían fomentar ansiedad y presión hacia el sexo. Hay que tener presente que la sexualidad necesita de apertura para crecer, comunicación para re-inventarse, muchas dosis de afectividad y la posibilidad de continuar evolucionando en conjunto.
Educarnos En Sexo
La falta de educación sexual nos ha dejado vacíos que hemos llenado con prejuicios, mitos, morbo y estereotipos de género. Como consecuencia, nos restringimos en el placer y la posibilidad de potencializar nuestra sexualidad individual o la vivencia sexual en pareja.
Por ejemplo, la creencia machista de que el pene es el protagonista del placer en la mujer; o la idea de que el hombre debe de “ser suficiente” para su pareja, sin dejar lugar para que se incorporen estimulaciones alternativas fuera de la penetración o estímulos con juguetes sexuales, limitan las posibilidades de innovar, sentir y disfrutar.
Esto aunado a la falta de empoderamiento sexual femenino, inculcado desde que somos niñas, donde muy pocas mujeres se conocen, tienen momentos de autoerotismo o sienten el mismo nivel de libertad que los hombres para hablar de sus fantasías y necesidades de estimulación; ha entorpecido la capacidad de las personas de conectar con mejores resultados.
Por suerte, con la evolución del conocimiento y el acceso a la educación, las nuevas generaciones van marcando un cambio con respecto a los esquemas de género.
Razones del tedio en la vida en pareja
- Falta de conexión con nuestro propio cuerpo que nos impide disfrutar del autoerotismo y conocer lo que nos genera placer.
- Desconocimiento de nuestras propias fantasías y preferencias en cuanto a incentivos eróticos.
- Creer que el típico movimiento “penetrativo-reproductivo” es suficiente para alcanzar el placer.
- No innovar por medio de juegos, juguetes, retos, sexting, entre otros.
- Mala comunicación.
- Desconexión de pareja, cuando solo una de las partes quiere seguir intentando cosas nuevas.
- Dar por sentado la felicidad y satisfacción de la otra persona, sin consultarle cómo se siente de la vida sexual en pareja.
- Restarle prioridad a la conexión afectiva.
- Poca capacidad de adaptación a las diferentes etapas de la relación.
- Ausencia de curiosidad sexual.
- No buscar ayuda profesional cuando amerita.
Los 7 trucos
- Cuestionar: Desafiemos la estructura social que nos ha impuesto creencias limitantes y prejuicios, siempre tenemos la posibilidad de partir de nuestra propia verdad, más allá de lo que espera nuestro entorno.
- Intentar: La acción es el primer paso para abatir ideas que no nos permiten innovar. Probablemente una vez que demos el paso a intentar alguna fantasía o solicitud de nuestra pareja, nos daremos cuenta que es más divertido de lo que pensamos.
- Hablar: Comuniquemos de manera clara, directa y simple lo que queremos, cómo deseamos sentirnos y qué deseamos que nuestra pareja haga.
- Leer: Informémonos, eduquémonos. Tenemos accesos a artículos, blogs de expertos en salud sexual, revistas y entrevistas en línea… Es cuestión de buscar fuentes confiables.
- Inventar: Se dice que todo está inventado, pero en la sexualidad los límites se amplían cada vez más, las opciones se diversifican de la mano con la tecnología y los tabúes comienzan a desvanecerse poco a poco, dejando más rango de innovación. ¡Usemos nuestra creatividad!
- Evolucionar: Hay factores que afectan el ritmo óptimo de la sexualidad (los hijos, el estrés, la edad y las afecciones de salud, una crisis de familia, entre otras), pero ¡adaptémonos! Si ahora somos madres o padres, entonces busquemos espacios fuera de casa, o disfrutemos de un encuentro más silencioso y consciente. Si por alguna situación de salud se presenta falta de lubricación, considere probar diferentes tipos de lubricantes; o si la erección no mantiene la misma turgencia, quizás es momento de concentrarse más en las caricias, exploración y juegos donde la erección no es necesaria.
- Conectar: La base de la sexualidad en pareja es la afectividad, por eso nunca dejemos de tocar, de expresar, de conquistar, de hacer saber a nuestra pareja lo importante que es y lo maravilloso que es complementar el amor con lo físico. No siempre es necesario tener un encuentro sexual coital, a veces basta con un beso apasionado antes de dormir, o abrazos mientras ven alguna película, esto también es sexualidad.