Desde que Las Robertas irrumpieron en la escena del rock costarricense, diez años atrás, no han parado de generar noticia.
Este 2019 no fue la excepción ya que lograron algo que muchas bandas alrededor del mundo solo sueñan con alcanzar: ser parte del afamado festival Coachella, en Indio, California.
Ese mismo encuentro musical en donde por ya 20 años han pasado nombres que van desde Guns N’ Roses hasta Rage Against the Machine y que este año incluyó en su cartel a estrellas como Ariana Grande, Childish Gambino, Tame Impala y Billie Eilish. Ahí, en medio de todos esos figurones, estaban Las Robertas y a su lado la etiqueta “Costa Rica”. Fue la primera banda de Centroamérica en llegar hasta ahí.
El pasado 12 de abril, al ser las 3:35 p. m., la agrupación indie tomó el escenario llamado Sonora Stage, una carpa en medio del desierto que se ha convertido en una vitrina en la que artistas emergentes de Latinoamérica pueden exhibir su talento en Coachella, calificado por muchos como el festival musical más relevante del mundo.
Como si todo lo anterior no pareciera un sueño, días previos a su debut, la banda tica fue incluida en dos listas de los imperdibles del festival elaboradas por renombradas publicaciones: Time Out y la revista Rolling Stone (sí, esa misma Rolling Stone, una de las biblias de la música).
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“Fue un año muy determinante en la carrera de la banda, en la alineación y un montón de cosas. Logramos algo que pocos consiguen. Y cada uno va a recordar la presentación en Coachella como algo muy especial”, afirmó Mercedes Oller, vocalista, guitarrista, fundadora y única integrante que se mantiene de la alineación original.
En Coachella, Las Robertas se presentaron como Oller, Sonya Carmona (bajo y voz), Fabrizio Durán (batería) y Russell Davis (guitarrista invitado). Su repertorio en el festival incluyó canciones como The Feel, Not Enough y Together Outrareously.
“Creo que marcó nuestras vidas y también pusimos a Costa Rica en el spot como un lugar donde estoy segura que mucha gente investigó no solo para ver más bandas y qué sucede a nivel artístico sino también como país. Fue muy chiva ver el apoyo de tanta que gente que nunca habíamos visto porque no somos una banda que sea grande en el país. Somos una banda indie o underground y fue muy bonito ver tanto apoyo de tanta gente que nunca había ido a un chivo”, agregó Oller.
Tras la actuación de Las Robertas en el mediático festival, la alineación se resquebrajó y Carmona y Durán se marcharon de la banda. En una publicación en redes sociales, Sonya Carmona señaló que había tocado como nunca en Coachella y adujo una serie de roces como razón para su partida. Se intentó conversar con ella en Suiza, donde reside en la actualidad, pero no respondió antes del cierre de esta edición.
De igual forma, se contactó a Durán para conocer su experiencia en el festival, pero respondió que ya no está activo como músico y desistió de participar en este recuento.
Oller afirmó que cada uno de sus excompañeros tuvo razones personales para abandonar la banda, las cuales respeta, pero prefiere concentrarse en trabajar en lo que el futuro trae para la agrupación.
En los últimos meses, Las Robertas consolidó una nueva alineación que además de Mercedes Oller, ahora la integran el baterista Santiago Roberts, el guitarrista Russell Davis, el bajista Felipe Oller y Daniela García, en voces y teclado.
“Me siento muy orgullosa de todas las personas que han estado en la banda y voy a estar por siempre agradecida del aporte que ha tenido cada miembro de Las Robertas, a nivel de músico o de persona, ha sido un gran aprendizaje no solo de banda sino también personal”, resaltó Mercedes.
“Basicamente yo hago las piezas y la estructura de la canción y la letra, siempre ha sido así. Con quien compuse por mucho tiempo fue con Monserrat (Vargas) que estuvo en la banda y tras la partida de ella, yo tomé la rienda de la composición, pero con esta nueva alineación ahora es mucho más colaborativo”, explica la líder sobre cómo hace la agrupación para mantener su esencia pese a los constantes cambios en la formación.
Momento cumbre
Aunque muchas bandas podrían calificar la participación en Coachella como uno de los momentos cúspide de su carrera, Oller pone su paso por el festival de Indio en otra perspectiva.
“A nivel de nombre de festival, Coachella sí es lo más grande, pero hemos tocado ante más público. Como el Levitation que es un festival del género de nosotros en Austin (Texas) en el que tocamos a las 6:15 de la tarde en el main stage frente a un montón de gente o el Rock al Parque, en Colombia, al que van miles de personas y que es un festival gratis u otros festivales en Europa”, asegura la cantautora.
No obstante, Mercedes destaca que haber llegado con su música hasta el multitudinario festival de California fue una experiencia “supersurreal, pero al mismo tiempo fue algo por lo que hemos breteado”. De hecho, como otros de los logros de la banda, lo de Coachella llegó hasta ellos sin buscarlo, aunque no por suerte.
“Todo pasó tan rápido y obviamente fue increíble tocar ahí, pero hemos tocado en tantos festivales como el Primavera Sound (Barcelona, España). Claro que es muy cool y todo, pero en lo personal he disfrutado más otros festivales que tal vez son más del ride de la banda. Lo que sí me gustó personalmente fue descubrir muchos proyectos raros y chivas como una banda que se llama Calypso Rose que es una señora de 80 años y ver el show de Rosalía y de Mon Laferte que estuvo impresionante y a partir de ahí me hice superfan de ella. Me abrió mucho la mente de cómo tiene que ser un show profesional, aprendí demasiado. Fue mucho aprendizaje y descubrimiento de otras cosas que por estar inmersa en mi ride no le ponía atención y fue muy enriquecedor”, resaltó.
Las Robertas es quizás la banda tica más famosa fuera de nuestras fronteras que menos se escucha en nuestro país, lo cual no desvela a Oller. “A mí de verdad no me importa el reconocimiento de la gente, siempre me ha sido totalmente irrelevante. A veces digo qué odiosa la gente y qué mal ride que tengan que ponerse a serruchar el piso, pero, la verdad yo paso tan enfocada en el trabajo que trato de no ver absolutamente nada. Siento que si empiezo a ver si apoyan o no, entonces van a afectar mi ímpetu a la hora de trabajar porque sí es de mucho esfuerzo, mucha constancia y mucho trabajo y me gusta que eso no influya en lo que yo vaya a ser como músico. La verdad me vale si nos apoyan o no, lo que importa es cómo nos sentimos nosotros en la banda, personalmente y profesionalmente”.
Este 2019, la banda cumplió 10 años de existencia, un hito imposible de ignorar. “Hablando yo como persona y de las miembras fundadoras, mae siempre lo he hecho porque me apasiona un montón, luego se convirtió en algo casi como un trabajo con cosas que cumplir y una logística más grande, pero siempre lo hecho por puro amor y pasión y porque me llena y me encanta y no por tener reconocimiento o lograr ciertas cosas. Yo la verdad no espero, ni busco, creo que las oportunidades llegan obviamente por trabajar tanto, pero tampoco ando viendo cómo pegar aquí o como estar aquí”, reflexiona sobre la década.
Coachella marcó un antes y después de la banda y el futuro es algo que los llena de gran ilusión. “Ahora empezamos a trabajar con Owen Morris, que es el productor de Oasis, The Verve y New Order para el próximo disco”, cuenta Mercedes, quien además es licenciada en diseño del espacio interior.
“Estamos a punto de irnos a grabar el cuarto LP con él y es una persona con muchísima experiencia y se empezó a acercar y se interesó mucho en el proyecto. Él se vino a retirar a Costa Rica, es la primera vez que trabajamos con un productor de este calibre y es surreal. La banda siempre mantiene su esencia que creo que es como mi input en Las Robertas a nivel de estética y sonido, arreglos, pero ahora viene algo totalmente nuevo para la banda y nos sentimos demasiado afortunados. Al igual que Coachella, no lo buscamos, nos llegó”, apunta Oller.
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La nueva producción estaría lista para febrero próximo y mientras tanto, la vocalista no deja de soñar. “Me muero por ir a Japón a tocar… en realidad, quiero ir a Asia y Australia a tocar. Me encantaría. Hay demasiadas buenas bandas ahí del ride de nosotros”.
Tampoco deja de trabajar. Además de la música tiene su propia empresa. “Tengo una marca de moda especializada en carteras que se llama Les Flors que son carteras diseñadas y hechas a mano por mí. La empresita ya ha ido creciendo, ya tengo una asistente que me esté ayudando y hago envíos a todo el mundo, tengo clientes en todo lado. Es mi emprendimiento y me permite también dedicarle tiempo a la música que me ha consumido más que nunca en la vida en estos meses que he estado trabajando en el disco”.
Su meta, asegura es que la empresa crezca tanto para poder darle trabajo a madres solteras o a mujeres ya retiradas para que reafirmen que aún son productivas y tengan un ingreso extra.
“Mi meta es expandir mi empresa y a nivel musical vivir lo que estamos viviendo que ha sido increíble. Yo no espero nada sino que soy agradecida con todo lo que va llegando”, concluye.