Revista Dominical

Los oficios más peligrosos del mundo

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l Está demostrado que el sexo es un poderoso analgésico, hasta diez veces más potente que algunos de los fármacos más vendidos con esta indicación. Inmediatamente antes del orgasmo, los niveles de una hormona llamada oxitocina se elevan hasta cinco veces y, al suceder esto, se libera un volumen enorme de endorfinas, los neurotransmisores que reducen el dolor.








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