Los aficionados costarricenses no son los únicos que sufren; a nivel mundial hay pánico por las lesiones de jugadores con opciones de ir a Brasil. Son pocos los combinados que llegarán completos a la cita y cada día crece la lista.
El primer gran susto lo dio el colombiano Radamel Falcao, quien en enero se rompió el ligamento anterior cruzado y desde entonces ha hecho todo lo posible por recuperarse a tiempo. Los pronósticos es que logrará llegar, pero no con el mejor nivel.
Antes del Tigre, Theo Walcott se operó los ligamentos. Para él nunca ha habido esperanza de recuperarse y jugar el Mundial.
Mientras que el mediocampo de Alemania ha sido particularmente afectado por las lesiones.
Los germanos esperan milagros para que Sami Khedira y Mesut Özil se recuperen y puedan tomar ritmo antes del 16 de junio, cuando inician su participación en el Grupo G, contra Portugal.
Por si fuera poco, ya se confirmó que el otro creativo alemán, Ilkay Gündogan, del Borussia Dortmund, tampoco llegará a Brasil.
Una lesión en la espalda lo ha tenido fuera de las canchas casi toda la temporada y es un hecho que no estará listo para la Copa.
Holanda también sufre. Ya tenía la baja del volante de la Roma Kevin Strootman y ahora está en vilo por el atacante Robin van Persie, del Manchester United, y el defensor Jetro Willems, del PSV.
España tiene segura la baja del barcelonista Víctor Valdés y probable la del lateral madridista Álvaro Arbeloa.
Mientras que Bélgica perdió mucho poder ofensivo con la lesión de Christian Benteke, goleador del Aston Villa inglés.