El Mundial de Brasil de seguro sentará varios precedentes en la historia del fútbol, pero posiblemente uno de los principales será su rotunda inclinación por el uso de la tecnología.
El recordado gol del inglés Frank Lampard ante Alemania, que el central uruguayo Jorge Larrionda invalidó durante los octavos de final de Alemania 2010, finalmente fue el detonante para que la FIFA acabara por aceptar el uso de cámaras y sensores que permitan eliminar la posibilidad de un error como ese.
La tecnología llamada GoalControl será la principal innovación de este mundial, un sistema de cámaras y sensores que básicamente buscarán determinar cuando un balón cruza la línea de gol.
La práctica ya fue utilizada en la pasada Copa Confederaciones, aunque en esa oportunidad no hubo necesidad de recurrir a ella para esclarecer alguna jugada.
En total, los estadios tendrán siete cámaras situadas sobre cada portería, lo que no solo permitiría una imagen en tres dimensiones del balón sino también una repetición en diversos ángulos para comprobar si la acción deriva en un señalamiento de gol o no.
De igual forma cada portería tendrá sensores magnéticos conectados al reloj de cada central, en los cuales aparecerá la palabra goal en caso de que el sistema detecte que el balón sí cruzó la línea.
El próximo lunes, precisamente, la FIFA realizará una demostración a la prensa del sistema en el estadio Maracaná, sede principal de esta Copa del Mundo.

Demarcación y descanso. Otras de las “nuevas” prácticas que el mundo verá en Brasil será la demarcación por aerosol en los tiros libres y los tiempos muertos para hidratación.
Lo primero no tiene nada novedoso pues en muchos países de América, incluido Costa Rica, es de uso habitual, solo que nunca antes se había visto en un campeonato mundial.
Los centrales marcarán los 9,15 m entre la barrera y el cobrador de un tiro libre con un aerosol evanescente que desaparece pocos segundos después de su uso.
Lo otro serán descansos programados para aquellos juegos donde la temperatura alcance los 32 grados, una solicitud que hizo el técnico italiano Cesare Prandelli y que podría detener temporalmente los partidos en los minutos 30 y 75.