Panamá le dio un fuerte golpe a la Selección de Costa Rica al derrotarla y golearla 0-3, dejándola prácticamente sin opciones de clasificar a las semifinales de Liga de Naciones y de forma directa a la Copa América.
La pérdida fue un mazazo para los jugadores ticos, un baño de realidad ante el pobre nivel mostrado. “Debemos ser humildes y reconocer que Panamá está bien, que anda mejor, porque tiene más tiempo de trabajo y nosotros estamos iniciando”, dijo Manfred Ugalde.
Jimmy Marín, quien fue uno de los destacados en Costa Rica con su desempeño, manifestó que se sentía con fuerza y deseos de continuar, pero respeta que el entrenador lo haya relevado. Para Marín, enfrentar a Panamá iba a ser duro por el tiempo que tienen ellos de jugar juntos, pero el seleccionado añadió que no entraron bien y deben analizar los errores para buscar corregir.
Jimmy Marín resaltó que el choque de vuelta el lunes en Panamá será más complicado, pero deben ir a luchar, a tratar de morir con las botas puestas.
Bryan Oviedo, quien ingresó de cambio en la etapa de complemento, coincidió en que se notó la diferencia entre un equipo que tiene un proceso y otro que apenas arranca.
“Creo que en toda mi carrera, este quizá es el partido más difícil que me ha tocado. Panamá tiene un gran equipo, está trabajado y lo hicieron bien”, señaló Oviedo.
Fue un golpe fuerte, un balde de agua fría para los seleccionados y para el fútbol de Costa Rica. Panamá ganó por primera vez en el Saprissa y lo hizo de manera contundente, sin dejar dudas. Costa Rica no se encontró, salió a cometer faltas. Lo que se habló de tener la pelota, nunca pudo dar con ella, no pudo quitársela a los panameños. Ni en el peor de los escenarios, nadie imaginaba que a los cuatro minutos, la Tricolor iba a estar perdiendo el compromiso.
Costa Rica no tuvo reacción ni en el banquillo, el debut de Gustavo Alfaro fue doloroso y un desastre. Se vivió una pesadilla, una de las peores caídas que sufrió la Selección Nacional.