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Sheika Scott se soltó a jugar contra Canadá y otra vez anotó de penal. (Prensa Fedefútbol)
El desconsuelo en la Selección Femenina Sub-20 de Costa Rica no es para menos. Las ticas estuvieron muy cerca de alcanzar el boleto al Mundial de Colombia 2024, pero lo que quedó en cada integrante de la Tricolor fue una desazón tremenda.
Resulta difícil reprocharles algo cuando lo dieron todo contra Canadá, en un partido que finalizó el tiempo regular con un marcador de 3 a 3 y que se fue a tiempos extra, donde la historia finalizó 5 a 3 y con muchas lágrimas en el rostro de las ticas.
En ese alargue podía pasar cualquier cosa, pero siendo realistas, el panorama se veía complicado.
Pese a los cambios implementados por Patricia Aguilar, el cansancio hacía mella. Físicamente, las nacionales estaban extenuadas después de ese esfuerzo en el calor de República Dominicana.
Fue en ese alargue donde Canadá consiguió el gol definitivo, en el minuto 100, con Annabelle Chukwu. Ese tanto fue letal, aunque hay que reseñar que tampoco desmoralizó a las juveniles ticas, que siguieron corriendo, aunque fuera ya más con el corazón que con fuerzas.
Una vez más, las tapadas de Génesis Pérez fueron importantes, pero insuficientes, así como las incursiones de Verónica Matarrita, Josselyn Briceño y Sianyf Agüero, que lucharon hasta el último minuto.
Sheika Scott ya se había marchado, fundida, igual que Marian Solano. El reloj era el peor enemigo de las costarricenses, que necesitaban un gol para forzar a los lanzamientos de penal.
Pero ese tanto no llegó y más bien Canadá amplió la cuenta. Para terminar de matar cualquier expectativa de las ticas, en el minuto 120 llegó el doblete de Chukwu, que significó el 5 a 3 final.
Aunque esta Selección Femenina Sub-20 hace unos días hizo sufrir como nunca a Estados Unidos y que se le plantó a Canadá en el juego por el tercer lugar del Torneo de Concacaf, quedó con la gran decepción de no ir al Mundial.
La imagen de Génesis Pérez tendida en la cancha tomando aliento para encarar los tiempos extra reflejaba todo lo que atravesaba la Nacional, que no se guardó absolutamente nada, pero no le alcanzó.
Sin embargo, lo que dejó ver este clasificatorio al Mundial es que el fútbol femenino de Costa Rica tiene futuro y que viene una nueva generación llamada a seguir dando pasos firmes en ese camino que han labrado muchísimas jugadoras.
El partido
Para llegar a esos tiempos extra pasó un poco de todo, incluso hubo un momento en el que la Sele Femenina Sub-20 iba ganando el partido por 3 a 2.
Canadá abrió la cuenta en el minuto 15 con Ella Ottey, luego de un pase de la habilidosa Olivia Smith.
Costa Rica tuvo una opción clarísima para empatar tan solo un minuto después, pero Yoselin Fonseca se equivocó en el remate, que salió desviado.
Luego fue Sheika Scott quien buscó el primer palo y la arquera Faith Fenwick desvió la proyección del balón.
La Sele Femenina Sub-20 lo intentaba, pero faltaba calma para definir, como la mostrada con el zurdazo de Marian Solano en el minuto 23 tras un servicio de Priscilla Rodríguez. Fue un golazo que metía a las ticas en el juego, con el 1 a 1.
Pero eso también reactivó a Canadá, que tomó ventaja en el marcador al minuto 27, luego de una contra montada por Smith, que acabó con un gol de la mediocampista Florianne Jourde.
Las cosas se complicaban, por una falta en el área de Josselyn Briceño sobre Olivia Smith. La 10 canadiense cobró el penal, pero lo tiró afuera ante la presión hecha por una segura Génesis Pérez.
Hubo un agarrón claro sobre Verónica Matarrita en el área. La silbatera jamaiquina Odette Hamilton primero no iba a sancionar nada, pero recordó que toda acción dudosa debe revisarse. Lo solicitó y le dieron la orden de que ella misma fuera a chequear lo ocurrido. La infracción de Clare Logan era más que evidente.
Se decretó el penal clarísimo, Sheika Scott lo cobró en el minuto 45 y puso el 2 a 2.
En reposición, en el 45′+5, Josselyn Briceño sorprendió y bañó a la guardameta canadiense. El primer tiempo se acabó con una victoria parcial de 3 a 2 para Costa Rica.
Pero el problema fue que después de eso, Olivia Smith convirtió el 3 a 3 en el minuto 73, en una acción en la que no le importó jugarse el físico.
Después de eso, llegaron los tiempos extra y el final de la historia trajo lágrimas, decepción y frustración. Un trago nada fácil de digerir para esas muchachas que lucharon con todas sus fuerzas.