
La votación para cesar a Luis Fernando Suárez como estratega de la Selección Nacional de Costa Rica fue reñida, al punto que cuando inició la sesión del Comité Ejecutivo de la Fedefútbol no estaba claro si se llegaría a una votación; sin embargo, conforme se escucharon las posiciones y se dieron las discusiones, se decidió someter a escrutinio la continuidad del ‘DT’.
Al final, el resultado fue de seis votos a favor de la salida del colombiano y cinco para mantenerlo en el puesto y que fuera el próximo Comité Ejecutivo el que retomara el tema si quería. Sergio HIdalgo, Alexander Chacón, Juan Carlos Rojas, Víctor Hugo Alfaro, Víctor Rizo y Eladio Carranza se decantaron por despedirlo; mientras, Rodolfo Villalobos, Sergio Chaves, Juan Luis Artavia, Freddy Campos y Orlando Moreira preferían dejarlo.
La Nación conoció por medio de tres fuentes del Comité Ejecutivo lo sucedido en la reunión.
Para llegar a la decisión se dieron conversaciones y la sesión tuvo hasta un receso para compartir posiciones. Todo se dio en una jornada que tardó más de tres horas y contó con la presencia del técnico, en el inicio, ya que él presentó su informe sobre la Copa Oro y los más recientes amistosos. El ‘DT’ compareció por una hora y luego tuvo 30 minutos para responder preguntas.
Suárez, en resumen, defendió que su gestión tenía como objetivo principal hacer un cambio de estilo de juego en la Selección y además un cambio generacional, ya que eso fue, según les recordó, lo que le había pedido el mismo Comité Ejecutivo cuando lo contrataron.
El estratega insistió en que los malos resultados, como el pobre nivel futbolístico en la Copa Oro, en la que Costa Rica perdió con Panamá y México, empató con El Salvador y solo le ganó a Martinica, son el precio que se paga por el proceso que le pidieron liderar.
“Él lo que dijo fue que nosotros teníamos que esperar más tiempo para él hacer más microciclos y que se pudiera empezar a ver el nivel de competencia. Pero, compañeros, ya no tenemos tiempo, fueron dos años y esta es la hora en que no tenemos un equipo base. Entonces, ya se tomó la decisión y vamos para adelante”, aseguraría Vïctor Rizo, director del presente Comité Ejecutivo, al dar declaraciones a la prensa una vez tomada la decisión.
Rodolfo Villalobos, presidente de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol), fue defensor de principio a fin de que la destitución de Luis Fernando Suárez debía ser tema del Comité Ejecutivo venidero. Desde Nueva Zelanda y por medio de una llamada virtual, ya que se encuentra con la Selección Nacional Femenina en el Mundial, el jerarca defendió una y otra vez su punto.
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Ante esto, federativos como Juan Carlos Rojas, presidente del Saprissa, fueron enfáticos en que la decisión debía tomarse en ese momento.
La posición de miembros como Villalobos y Víctor Alfaro fue que les hubiera gustado conversar con Osael Maroto, próximo presidente de la Fedefútbol, para hablar sobre el tema. Bajo ese argumento, Villalobos sugirió la creación de una comisión que determinara el futuro del entrenador.
El actual jerarca señaló que, a su criterio, quienes decidieran la salida de Suárez debían asumir la responsabilidad de resolver la consecuencia económica y las implicaciones deportivas.
No obstante, de nuevo Juan Carlos Rojas aseguró que la posición de Maroto era la de hacer un cambio de proceso, y por ende de timonel.
Uno que mostró una posición decidida fue Sergio Chaves. Previamente, el presidente de San Carlos había sido partidario de escuchar el informe de Luis Fernando Suárez para luego tomar una posición. Al final, dijo que él prefería que el colombiano siguiera al mando.
Otro que quería conversar con Maroto, antes de dar su veredicto, fue Víctor Alfaro, jerarca del fútbol femenino. Ante esto, Eladio Carranza, quien seguirá en el Comité Ejecutivo, reiteró que Osael no era partidario de mantener a Suárez.
A fin de cuentas, Maroto tenía en la sesión a cuatro federativos que también serán parte de su futuro grupo: además de Carranza, Sergio Hidalgo, Juan Carlos Rojas y Alexander Chacón. Tan solo necesitaban dos federativos más para ser mayoría, en un Ejecutivo de once miembros.
En una decisión inesperada, el Comité Ejecutivo puso a votación la continuidad de Luis Fernando Suárez. De antemano se descartó la idea de formar una comisión para analizar el futuro del técnico y votaron por solo dos opciones: se queda o se va.
Con un conteo muy cerrado de seis votos contra cinco, se decidió que el técnico no siguiera trabajando para la Fedefútbol. Los cuatro federativos que acompañarán a Maroto votaron por el despido.
Así se gestó la salida de un técnico cuyo rendimiento (53,7%) no satisfizo a todos, a pesar de haber logrado in extremis la clasificación al Mundial, después de una eliminatoria en dos actos: un inicio desastroso y un final épico, siendo la última selección en lograr su boleto a Qatar 2022.
Si el triunfo en el repechaje ante Nueva Zelanda (1 a 0) y la aparición de jóvenes figuras hacían pensar que la extensión de contrato fue la mejor decisión, el mal desempeño posterior, comenzando por el 7 a 0 ante España en el primer juego del Mundial, socavó la confianza inicial depositada en el técnico.
Si en el cierre de la eliminatoria el prometedor brillo de jugadores como Anthony Contreras, Brandon Aguilera y Jewisson Bennett perfilaba al estratega como el perfecto conductor del cambio generacional, posteriores llamados de nombres que fueron y vinieron sin dar muestras de consolidación, hasta sumar 107 convocados en su gestión, empezaron a sembrar la duda.
Un 2023 con tres derrotas ante Panamá, que costaron quedar fuera del Final Four de la Liga de Naciones y no ganar el primer lugar del grupo en Copa Oro, terminaron por incluir la palabra “despido” en las discusiones de los dirigentes.
Suárez cierra su ciclo con un balance de 17 victorias, 7 empates y 12 derrotas en dos años y un mes de labores, desde junio 2021 hasta julio 2023.
“Fue una decisión compleja, no fue sencilla, pero se tomó. Creo que los que votaron a favor (del despido) lo hicieron por el tema deportivo (los resultados obtenidos)”, agregó Gustavo Araya, secretario general.
Un tema por resolver ahora es cómo se le pagará la cláusula de rescisión de contrato al entrenador, la cual oscila entre $400.000 y $500.000.
“Hay que negociar con el representante del profe Suárez. Esto estará a cargo de la Secretaría General y una comisión que instaló el Comité Ejecutivo”, explicó Eladio Carranza, tesorero del Ejecutivo.
Ahora, el nuevo directorio que asumirá en setiembre tendrá como primer gran desafío nombrar al nuevo técnico.