Las repercusiones del escándalo por corrupción en la FIFA golpean a las federaciones del mundo, incluyendo Costa Rica.
Atrasos en ayudas económicas en el ente mundial abren un hueco financiero, por $700.000 (¢378 millones), en la Federación Costarricense de Fútbol.
La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) tan solo hizo uno de los tres depósitos que gira al año, correspondientes al Programa de Asistencia Financiera (FAP, por sus siglas en inglés) y congeló los otros dos, que entre ambos suman $350.000 (¢189 millones).
Además, la organización tampoco ha depositado otros $350.000 correspondientes al premio que debe recibir cada selección que participó en el último mundial femenino, en la categoría mayor, disputado en Canadá del 6 de junio al 5 de julio de este año, donde Costa Rica no logró pasar de la primera fase.
Ante una consulta de La Nación , la FIFA respondió que el tema de la Fedefútbol se encuentra en análisis.
Además, en el escrito detalló que las cuentas de la Fedefútbol serán revisadas.
“El asunto de la Federación Costarricense de Fútbol será discutido y sus cuentas serán revisadas en conexión con los fondos de desarrollo de la FIFA. Hasta nuevo aviso, los pagos correspondientes al Programa de Asistencia Financiera serán congelados”, explicó un portavoz de la FIFA por medio de un correo electrónico.
El Comité de Auditoría y Conformidad de la FIFA se reunirá el 4 de diciembre para decidir si se paga el rubro del FAP.
El organismo que rige al fútbol realizó a tiempo el depósito correspondiente al primer cuatrimestre del 2015.
No obstante, una vez que estalló el caso de corrupción, el 27 de mayo, con la detención de siete dirigentes en Zúrich, Suiza, entre ellos el exjerarca de la Fedefútbol, Eduardo Li, las transacciones se suspendieron por tiempo indefinido.
Salvavidas. El Comité Ejecutivo encontró dos salvavidas para no entrar, de momento, en números rojos: las taquillas de los juegos ante Uruguay, Sudáfrica y Haití.
En esos partidos, la recaudación bruta rondó los ¢600 millones, según la Federación.
Además, la firma de fuertes patrocinios con Kölbi y Pipasa alivianaron la carga.
Pese a ello, Rafael Vargas, secretario general de la Fedefútbol, explicó que han tenido que realizar algunos recortes para evitar un impacto en las finanzas.
“Realmente hemos salido adelante, lo que pasa es que hemos tenido que cubrirlos con ingresos propios, provenientes de las taquillas de los últimos juegos y patrocinios. Además, Brasil nos pagó por jugar contra ellos en Estados Unidos, en el amistoso.
”Hicimos un análisis del presupuesto de la Federación para realizar algunos recortes o ver en qué podemos ahorrar para tratar que no nos afecte a final de año, en caso que del todo no entren estos dineros”, dijo Vargas.
La administración del presidente Rodolfo Villalobos no quiere volver al pasado, donde se llegó a manejar un déficit de $2 millones (¢1.080 millones), por ello, si la FIFA mantiene su posición, la Fedefútbol recurriría al adelanto del dinero de otro patrocinador para seguir en números azules.