Daniel Quirós se aflojó la corbata. A su lado tenía una botella con agua. Estaba por arrancar el partido de Costa Rica contra Alemania en Qatar 2022 y tenía que mantener fresca su garganta porque durante más de 90 minutos debía narrar los pormenores del encuentro.
La alineación del equipo de Teletica Deportes estaba liderada por Jorge Martínez, sus compañeros en la cobertura Adriana Durán y Claudio Ciccia en los análisis y comentarios; y claro, Daniel Quirós con la responsabilidad de describir las acciones. Esa fue la delantera titular de la transmisión que llevó a toda Costa Rica el crucial partido de la Sele.
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En la media cancha tres camarógrafos: Luis Flores, Guillermo Bonilla y Franklin Quesada, así como técnicos y asistentes estaban atentos a que nada fallara.
La defensa de Teletica Deportes está ubicada fuera del estudio, en un espacio lleno de cámaras, de botones y de controles, los operadores del switcher son los encargados de que la imagen en la pantalla se a la mejor. Ellos desde allá hacen la magia de cambios de cámaras, de tomas, de planos y las intervenciones entre los comentaristas. Allí alinearon Carlos Espinoza, Jose Arguedas y César Alfaro.
El primer gol
Lamentablemente, a los 10 minutos del primer tiempo, Alemania anotó el primer tanto en contra de Costa Rica. Contra eso ni los periodistas, ni el exfutbolista o los camarógrafos pudieron hacer nada.
Quirós cantó el gol con su fuerza vocal, mas no con ganas. Adriana se lamentó, Jorge buscó datos en su computadora y Ciccia tomó nota en una libreta para brindar sus apreciaciones sobre la anotación.
En el estudio hay un gran silencio, contrario a lo que se puede percibir en casas, restaurantes, bares o en la fuente de la Hispanidad. Todos deben de mantener el silencio para no interrumpir la transmisión, pero las emociones cuesta mucho reprimirlas y cada vez que había una llegada peligrosa a la portería de Keylor Navas, en la mesa principal y al rededor del estudio los brazos en alto y las manos en la cabeza mostraban en ocasiones la frustración.
Tres pantallas grandes ubicadas frente al panel principal de Teletica Deportes sirven para proyectarle la imagen del partido a los presentadores. El estudio es compartido con el set de Telenoticias, así que la pantalla gigante del noticiero sirve para que el resto del equipo pueda ver el juego.
Un gesto inequívoco de estrés y de preocupación es cuando se colocan los codos sobre la mesa y se sostiene la cara, más bien se tapa la boca, con las manos. En un momento del primer tiempo, a eso de los 20 minutos cuando hubo un tiro de esquina en contra, Martínez, Ciccia y Durán estaban en la misma posición mientras Quirós detallaba el tiro alemán.
Gestos con los brazos que se entienden como “suba”, “póngale” o “corra” fueron constantes entre los panelistas. Al igual que ellos, muchos ticos también le daban indicaciones a las pantallas, como si hubiera una esperanza de que a miles de kilómetros los seleccionados ticos pudieran hacerles caso.
El ambiente se mantuvo así durante buena parte del partido: estaban cabizbajos, pero con mucha esperanza de que en el segundo tiempo la situación mejorara. Pero cerca del minuto 42 hubo un atisbo de locura cuando Keysher Fuller se acercó a la portería contraria. El grito de “¡Uy!” sí resonó en el estudio.
Menos de dos minutos después, cuando Johan Venegas hizo lo propio, también todos en el estudio patearon al aire con el ánimo de que el impulso llegara a Qatar. Con el fallo del tico, los lamentos llegaron.
El complemento
Terminó el primer tiempo. Ya casi eran las 2 p. m. y el hambre del mediodía y las necesidades personales hicieron su aparición.
En el descanso del partido, las cámaras enfocaron de nuevo a los presentadores. No había chance para nada porque el análisis de la primera parte era necesario. Sin embargo, entre corte y corte, hubo chance para que Jorge comiera una manzana y Ciccia corriera al baño.
La segunda entrega encontró a los comentaristas con malas noticias, porque apenas iba iniciando el partido, Japón le anotaba a España y ponía cuesta arriba el camino de la Sele.
Ciccia y Martínez analizaron las posibilidades, los números y el panorama era oscuro, tanto que sus rostros de lamento y desaprobación lo mostraron.
¡Pero cayó el gol! Ahí si que todo el semblante cambió gracias a la patada certera de Yeltsin Tejeda. Ciccia brincó y celebró como si él hubiera anotado. Daniel se puso en pie y cantó la anotación con todo el ímpetu. Adriana, Jorge y los técnicos en estudio saltaron de la alegría. Todos empujaron la pelota.
Había oportunidades. “¡Falta un gol!” pedía Martínez y con él los aficionados. Luego ¡palo! y nos salvamos.
Tocó bajarle un toque a la adrenalina, porque el aire para narrar y comentar hace falta que la garganta no se seque. Sin embargo,los ataques alemanes después del empate, no lo permitían.
La celebración del gol costarricense provocó algunos pequeñísimos inconvenientes. A Claudio Ciccia hubo que arreglarle el cable del micrófono, pues al saltar se le desacomodó. A Jorge, por su parte, se le acabó el agua con la que se ayudaba para aclarar la garganta.
La emoción seguía y cuando menos lo esperábamos cayó el segundo gol tico. ¡Gritos, aplausos!. Por unos brevísimos segundos el estudio se sintió como la gradería del estadio. “Gol, gol. Creálo, le ganamos a Alemania”, decía Quirós impresionado. Gracias a Juan Pablo Vargas estuvimos de segundos en la tabla y Alemania y España quedaban fuera del Mundial. Pero la alegría duró poco.
Con el empate alemán el ánimo mermó de forma radical.
Y cayó el tercero en contra. Ya los semblantes eran de molestia. “Hasta ahí llegamos”, dijo alguien en el lugar. Posiblemente, de todos los que estaban en el lugar, el rostro de Claudio Ciccia fue el que más dolor reflejó ante la derrota nacional.
Luego cayó el cuarto tanto y llegó el final del partido. La desazón era demasiada. “Lamentablemente estamos cayendo cuatro por dos luego de haber hecho un muy buen segundo tiempo”, dijo Daniel. Y el dolor y el silencio de nuevo lo acompañaron.
La Selección lo dio todo, tuvo garra y se esforzó por sacar adelante el juego, pero no se pudo. Miles de kilómetros lejos de Qatar, en Sabana Sur, el equipo de Teletica Deportes sacó adelante su propio partido con la responsabilidad y el respeto por llevar las incidencias del Mundial a los ticos.