La mejor figura de la Selección mayor de Guyana, Gregory Richardson, tuvo un rendimiento que reflejó el accionar de sus compañeros, a lo largo de los 90 minutos.
En el primer tiempo, el atacante estuvo incisivo e inquietó a la zaga defensiva de Costa Rica, pero en el complemento, fue una sombra y no pesó para marcar diferencia a favor del seleccionado guyanés.
Una precisa habilitación que terminó en jugada de peligro en la meta de Keilor Navas, al minuto 23, significó el inicio de sus aportes en ataque para los Jaguares Dorados.
Diez minutos más tarde, luego de aprovechar una mala salida de los ticos, intentó sorprender a Navas con un remate globleado, que por poco se cuela en el arco.
Richardson tuvo una más al 35', cuando disparó con fuerza, pero salió muy desviado del arco del portero del Levante de España.
El número “8” fue el referente que sus compañeros buscaron para crear jugadas que lograran poner en riesgo la imbatilidad tricolor.
Su técnica dista mucho de los demás jugadores que ayer vinieron a cumplir con el trámite en el Estadio Nacional, de San José.
Tanto que tuvo sus chispazos y ejecutó algunos regates que dieron brillo al ataque de Guyana.
No obstante, en la etapa complementaria, su participación fue muy opaca y no registró acciones que se pudieran resaltar.
Únicamente asistió con gran tino a Dwain Jones, mas, este último se encontraba en fuera de lugar.
Sin embargo, no todo fue culpa suya, pues el mediocampo de su selección decayó después de la expulsión de Walter Moore, quien derivó en el penal que puso el 4-0 parcial.
El delantero, quien milita en el Islanders de Puerto Rico, cerró la eliminatoria con ocho partidos jugados y solo un gol, que anotó contra El Salvador en el juego que su selección cayó de local, por 2-3.
Para los dirigidos por Jamaal Shabazz, concluyó así el sueño de alcanzar la otra fase de la eliminatoria rumbo a Brasil 2014, un camino en el cual tuvieron la alegría de eliminar a Trinidad y Tobago.