Aún en la cama del Hospital del Trauma en San José y horas después de haber sufrido la amputación de parte de su pierna izquierda, el limonense Sherman Guity alzó la voz e hizo una promesa: “Voy a ser el mejor atleta paralímpico’.
Cuatro años después, Sherman logró cumplir aquella promesa al ganar la presea de oro en la prueba de los 200 metros lisos categoría T64, en los Juegos Paralímpicos de Tokio.
Además impuso un nuevo récord para el evento, con un tiempo de 21 segundos y 43 centésimas (21.43), demostrando que sus palabras no se las llevó el tiempo, aunque tenía claro que era necesario trabajar muy fuerte para lograrlo.
“Gané el oro. El camino no ha sido fácil, pero lo logré”, escribió Guity este sábado en sus redes sociales, tras conquistar la presea dorada e imponer el registro con el cual confirma que es el mejor atleta de las justas paralímpicas.
Luego del accidente, Sherman volvió a la pista ocho meses después, para empezar a utilizar una prótesis, con el fin de poder volver a correr; su anhelada meta.
“Pude cumplir mi sueño y la promesa que hice después de mi accidente. Gracias por el apoyo a todas las personas que estuvieron conmigo. Gané dos medallas y récord paralímpico, añadió Guity, quien apenas puede creer que logró culminar con éxito todo aquello que se propuso.
“También quiero agradecer al Comité Olímpico, a Ortopédica Cartaginesa y la Federación de Paradeportes, quienes siempre confiaron en mí y me dieron la mano en todo momento”.
Emmanuel Chanto, entrenador de Sherman, indicó que el gran mérito de su pupilo es que nunca se rindió, que siempre apostó a superarse y alcanzar los objetivos que se propuso, a pesar de las dificultades.
“Sherman hablaba mucho con Wendy Zúñiga, psicóloga del Comité Olímpico, y le explicaba que su deseo era imponer un récord en la prueba, porque de lograrlo ganaría la medalla de oro. Eso lo tenía muy presente y para eso habíamos trabajado muy fuerte. Por dicha se cumplió”, comentó Chanto.
“Este proceso fue muy cortado por la pandemia y después por la sanción del analítico adverso. Él tenía dos años sin competir y había cierta duda de cómo iba a llegar, pero al final confirmó su capacidad y no solo ganó una medalla, sino dos al ser segundo en los 100 metros lisos e impuso un récord para los Juegos, lo que tanto soñaba”.