Palmares, Alajuela. Recibido por un estallido de aplausos, Paolo Montoya fue el mejor en la clásica Palmarín de mountain bike.
Guiado por su fuerza, el experimentado ciclista cruzó la meta con un tiempo 1:25:34, tras recorrer un trayecto mixto de 32 kilómetros.
El pedalista santaneño no le arrugó la cara al empuje del ascenso sobre el asfalto caliente y sacó la ventaja en las vertiginosas bajadas entre los polvorientos trillos de los cafetales del cantón de Palmares.
El nuevo integrante del equipo Specialized volvió a la cima del podio en la décima novena edición de la Clásica Palmarín, en la que participaron más de 1300. La última vez que ganó Montoya fue en la competencia del 2010.
Montoya venció a Juan Carlos Rojas, quien llegó con todo el buen nivel tras ganar la vuelta a Costa Rica en diciembre del año pasado.
De hecho, estos dos pedalistas lucharon por la punta del pelotón en un duelo llamativo que se definió en un descenso a escasos kilómetros de la meta.
Fue apenas un minuto el que separó a Rojas de Montoya, ya en la meta se saludaron con un apretón de manos como la hidalguía entre competidores demanda.
“Me sentí bien, cuando vi que podía ganar lo manejé tranquilamente. Juan Carlos es un corredor muy disciplinado, hoy (ayer) estuvo bastante fuerte”, destacó Paolo Montoya al finalizar la carrera.
Tras ceder en la pendiente, Rojas consiguió el segundo lugar, tras detener el cronómetro en 1:26:38.
En la categoría femenina, la mejor fue Adriana Rojas que consiguió un tiempo de 1:47:04.
Un recorrido por Palmares. Como se acostumbra, la competencia se inició en el campo ferial de las fiestas de Palmares.
La ruta en sí varió a la del año pasado, pues se pasó por Puente Bambú, el Cerro Espíritu Santo, cruce de San Miguel Oeste, Cerro La Piedra y Puente Camión.
La carrera atrajo a más de 1300 corredores, claramente el grueso del pelotón eran aficionados quienes aprovecharon la cálida mañana para hacer ejercicio.
Mientras que los élites competían para inflar al patrocinador que llevan en el pecho, para el resto el objetivo no es lograr un tiempo, sino llegar a la meta y obtener esa satisfacción que recompensa el esfuerzo de pedalear bajo el sol de Alajuela, un sábado a las 9 a. m.