Hoy se corrio la primera etapa de la vuelta ciclistica a Costa Rica, Moravia-Esparza,cuyo ganador fue Marco Salas de la JPS.Foto de Jorge Castillo.17/12/10. (JORGE CASTILLO)
Salas ya había iniciado el festejo, con los brazos en alto; tuvo que volver a acomodarse en la bicicleta y dar otro par de golpes de pedal para consolidar su victoria.
Ganar el primer día implica un honor, ponerse de forma automática la camisa de líder, pero también es una responsabilidad: tener el suéter amarillo obliga a su equipo a desgastarse controlando el lote y respondiendo ataques.
Ahora el conjunto de Salas, JPS-Giant, pasará a comandar el pelotón de esta edición 46 de la Vuelta a Costa Rica. Puede ser una carga pesada, si equipos como BCR-Pizza Hut, Citi-Economy o Boyacá de Colombia amanecen con ganas de hacer travesuras.
Las primeras jornadas de una carrera de dos semanas suelen ser poco determinantes. Son un preámbulo para ir conociendo quién llega fuerte y a quién no le alcanzará la energía. Esta jornada inaugural en particular tenía poca montaña, solo el ascenso a El Alto de Cambronero, un parque de diversiones comparado con lo que le espera al lote en el Cerro de la Muerte o las cumbres de Turrialba.
El resto de la jornada transcurrió entre intentos de escape sin mayor futuro. Paulo Vargas parecía tener éxito con una fuga al final, ya en la provincia de Puntarenas, pero terminó consumido por el ardiente asfalto porteño.
Con el pelotón desordenado por la danza del último kilómetro, Marco Salas pidió la palabra y capturó la camisa amarilla en Esparza.
Este rutero, bajito de estatura como la mayoría de los escaladores, será el punto de referencia en la segunda jornada, un camino llano rumbo a las planicies de Liberia.
Cuando todavía falta que lleguen la alta montaña y las dos contrarrelojes, es de esperar que los principales aspirantes al título se dediquen a guardar fuerzas y a mirarse de reojo. Los candidatos a pelear por las metas volantes sí están llamados al escenario.
Sobre la vertiente del Pacífico, la Vuelta empieza a mostrar sus chispazos de calidad y emoción. Pero apenas está entrando en calor.