
El ciclismo llora la partida de un eterno enamorado de este deporte: Glauco Pinto Rodríguez.
Después de varios años de batallar con algunos problemas de salud y que le fueron quitando movilidad, el fundador e incansable impulsor de la Vuelta Higuito falleció este viernes, a sus 78 años.
Él se encontraba en el hospital y ahí tuvo algunas complicaciones.
Pinto fue presidente de la Federación Costarricense de Ciclismo (Fecoci), vicepresidente de la Confederación Panamericana de Ciclismo (Copaci), trabajó de manera activa en la organización de Vueltas a Costa Rica y siempre luchó por el crecimiento de esta disciplina.
A él lo llenaba de orgullo ver cómo la Vuelta Higuito se pudo efectuar por 34 años, pero también lo frustraba que ya no le daba la cuerda para más. Su gran anhelo era que la carrera pudiera reactivarse en algún momento.
Lo satisfacía saber que a esa competencia en la que él era el director, incluso presentaba equipos extranjeros más fuertes que los que venían a la Vuelta a Costa Rica.
No era que existiera rivalidad entre las carreras, sino que en realidad eso le daba un sello especial de calidad a la Vuelta Higuito. Era una persona carismática, con muy buen sentido del humor.
A todo siempre le encontraba un chiste y sacaba sonrisas hasta en los momentos más tensos de una carrera.
“Glauco Pinto junto a César Tobón para mí son mis maestros en esto del ciclismo. Cuando hubo la transición de quién iba a ser el narrador de la móvil 1 de Columbia, tal vez hubo una duda de don Javier Rojas. Y Glauco le dijo que me diera la oportunidad a mí”, expresó el periodista Rodolfo Méndez.
Recuerda que Pinto siempre confió en él para que narrara ciclismo y lo apoyó al 100%. En varias Vueltas estuvieron juntos en transmisión.
“Glauco se levantaba todas las mañanas para echarse su caminadita, de los primeros que estaba en pie, daba sus bromas y comenzaba hablando grueso diciendo que leía hasta anuncios”.
Méndez considera que el ciclismo le debe demasiado a Glauco Pinto y que eso no lo dice porque acaba de fallecer, sino porque realmente siempre luchó por este deporte.
“Veló mucho por el velódromo y en una ocasión no en broma, sino en serio, algunos propusimos que el velódromo debería llamarse Glauco Pinto Rodríguez”.
Explicó que cuando Glauco retomó la Vuelta Higuito, la convirtió en otra Vuelta a Costa Rica.
“Verlo en algún momento bajarse del carro y limpiar la calle para los ciclistas, hacer de todo, metido en la Federación, con su Vuelta Higuito. Un verdadero apasionado que llegó hasta a ser comisario. Yo creo que el ciclismo tiene que estar de luto”.
Rodolfo Méndez recordó que él ni siquiera estaba aún en la radio y Glauco Pinto andaba en transmisiones en la moto, comentando y narrando.
“Como en el pinchonazo de Rigoberto Zúñiga en el 86, que creo que fue algo fenomenal que hizo Glauco (la narración), que le salía del corazón, porque él no era un narrador, él era por su pasión”.
Añadió que podría decir muchas cosas sobre Glauco, pero que cierra con una anécdota, cuando estaba a punto de correrse la contrarreloj en Pérez Zeledón y él era parte de la Federación también.
“Resulta que nosotros estábamos desayunando, porque creíamos que la contrarreloj empezaba a las 10 a. m. y nosotros arrancábamos transmisión a las 9 a. m.; pero resulta que no, que empezaba a las 9 a. m. y nosotros desayunando. Después le dijimos qué paso y respondió que él sabía que era a las 9 a. m., pero que nadie le preguntó y él estaba tranquilo”.
Por su parte, Steeven Mora de CR Ciclismo manifestó que Glauco Pinto fue un conciliador en una época extrema en el ciclismo, cuando existía la rivalidad entre el bando de Pizza Hut y el de El Globo.
“En esas posiciones radicales de ellos apareció una persona que siempre fue conciliadora y que tenía ese don de generar confianza en ambas partes. Recuerdo que cuando había negociaciones que no iban ni para un lado ni para el otro, porque las tensiones y el empate era técnico en las votaciones, Glauco era el que entraba a apaciguar”, citó Steeven Mora.
Así lo describió en la parte política, porque lo cataloga como alguien que fue muy sensible y conciliador en ese aspecto.
“Eso la mayoría de esa generación se lo reconocía. Era necesario en una época donde habían lobos en el tema de la dirigencia del ciclismo”.
También relató que Pinto elevó el nivel de la Vuelta Higuito al punto de que la puso a competir con la Vuelta a Costa Rica y que eso demostraba que él sabía leer lo que quería el aficionado, lo que entretenía, de traer buenos equipos.
“Siempre le faltó un poco de apoyo económico para tener mejores premiaciones y hacerla crecer más, pero contaba con el favor de los equipos, de los dirigentes, de la prensa. Era el único evento transmitido completo, de punta a punta, después de la Vuelta a Costa Rica”.
Con eso, él hace alusión al grado de importancia que tenía la ronda desamparadeña, con señales en vivo de televisión y transmisiones de radio.
“Hubo momentos en los que la Vuelta Higuito tocaba cuatro o cinco provincias del país y entonces se volvía muy grande. A Glauco hay que destacarle que si el ciclismo no ha quebrado, fue gracias a que él siendo presidente, logró ejecutar la donación del tajo en Santa Ana”.
Detalló que en aquel momento, Glauco Pinto era el presidente y recibió la donación simbólica, porque ese tajo se vendió por un colón.
“Como persona, extraordinario y no es porque eso siempre se dice de los fallecidos. No, es que en realidad Glauco era una buena persona, amante del ciclismo, trabajador, siempre dispuesto a ayudar en cualquier ámbito y el ciclismo en general perdió a una gran persona”, agregó Steeven Mora.
La familia de Glauco Pinto informó que vela será este viernes, a partir de las 8 p. m., en la funeraria La Solidaria, en Paseo Colón, frente a Palí.