Adrián de Lemos ha vivido una segunda mitad de la década de los 30′s de ensueño.
El arquero costarricense decidió, hace cuatro años, enrumbarse a una aventura como legionario que él mismo asegura necesitaba, pues cuando tenía 34 en Costa Rica sentía que el ambiente no era el idóneo.
Ahora, en medio de la celebración, de su primer cetro de la Liga Nacional con el Guastatoya y su tricampeonato personal, el arquero habló con La Nación.
-Celebra tres títulos, pero este lo sintió más... ¿Por qué?
El primer torneo que gané acá con Antigua fue el más importante, porque fui el mejor del torneo, era una espinita que no había tenido la oportunidad de ganar una final. Estuve en una con Herediano pero no la jugué, entonces esa primera final con Antigua fue la que más he disfrutado. Ahora esta fue impresionante, un torneo muy atípico por lo de la covid, un torneo muy largo. Además no arrancamos tan bien, hasta la última fecha logramos clasificar y nos tocaba cerrar todo afuera.
-Guastatoya fue una locura... La gente se olvidó de la pandemia.
Nosotros estábamos en el bus arriba, pero nadie respetó nada. En un viaje que se dura una hora y media lo hicimos en siete u ocho horas. Al ser una provincia grande esta tiene varios pueblitos, entonces debíamos pasar por todos. Íbamos a pasito lento, pero muy alegres por el recibimiento.
-Le queda año y medio con Guastatoya y usted tiene 38 años. ¿A las puertas de los 40 qué quiere para su carrera deportiva?
Los directivos me hablan y yo quiero continuar hasta que el cuerpo diga ya. Me siento bien físicamente, hasta que mi cuerpo diga listo. Acá quiero seguir, acá quieren que yo siga luego de mi retiro. Guatemala me ha tratado superbien, estoy superagradecido. En Antigua fui campeón, mejor portero, ahora en Guastatoya también. Entonces el cariño es mutuo.
-¿Volver a Costa Rica no es opción?
Lo veo lejano, realmente si un equipo me quisiera me busca, porque acá se están haciendo las cosas bien. Si ya me hubieran querido me habrían buscado, que las cosas van bien. Acá se acercan equipos a preguntar por mí, eso me llena de motivación, pero lo de allá sí lo veo lejano.
¿Por qué cree que se dio el segundo aire en Guatemala?
Yo creo que necesitaba alejarme porque tal vez me veían con ojos de retiro.
Bueno y es que usted se nota que se siente como debutando, porque hasta volvió a su peinado de debut. ¿Por qué se hizo trenzas de nuevo?
No sé, por loquera... Empecé a dejarme el pelo largo, me hice trenzas y me las dejé.
¿Cuánta ilusión le genera la competencia internacional porque volverá a disputar partidos de Liga Concacaf?
La competencia internacional, ahora vamos otra vez, la ilusión es más grande, acá con el equipo fue la mentalidad siempre. Va a ser duro el nuevo campeonato porque somos los campeones, el reto es mayor, porque en cualquier cancha cualquiera nos enamorará.
¿Cuán diferente es el De Lemos de hace cuatro años al de ahora?
Un portero más maduro, con sapiencia, tranquilidad, no me gusta ser espectacular, prefiero ser seguro y simple. Así me catalogo ahora; simple, feliz.