Si la ruta del Saprissa hacia el liderato estaba en duda, anoche la S prácticamente le puso un candado al añorado primer lugar, que premia con cerrar en casa una eventual final.
Los morados se graduaron en el examen que virtualmente los pone inalcanzables en la cima y que se terminará de sellar si logran dos puntos más.
El equipo de Jeaustin Campos sufrió, batalló hasta el final y por eso encontró en la agonía la victoria ante la UCR, 2-1.
La logró gracias a que cambió su cara en el segundo tiempo, pues en la primera mitad, el Monstruo se vio atado ante un rival que se llegó a defender y que creó un cerrojo después de la anotación lograda por Jorge Ramírez, en el minuto 26.
No fue un primer tiempo de espectáculo, más bien fue de yerros. En esos primeros 45 minutos, Saprissa no halló sociedades ni tampoco puntería para perforar el arco de Carlos Méndez.
La Universidad, por su parte, apeló al contragolpe, a cerrar todos los espacios, a veces hasta con ocho hombres atrás, y a frenar con faltas los ataques de Deyver Vega, el jugador más peligroso de los saprissistas, anoche.
Con el marcador adverso, Jeaustin Campos arriesgó, sacrificó un defensa e incluyó a David Guzmán para darle al equipo más posesión y peso en ataque.
Funcionó. En la segunda mitad, Saprissa hizo que el juego solo se disputara en una mitad de la cancha, encerró a su rival hasta llegar al ansiado empate.
Explotó las bandas y el desborde de Jordan Smith, uno de los puntos altos para los morados.
La igualada se concretó con la conquista de Jonathan Moya, quien llegó primero a un rebote de Carlos Méndez y solo tuvo que enviar el balón al fondo de la red.
Parecía que el gol le daba a Saprissa todos los atestados para llegar rápido al segundo, pero no fue así. La U se defendió con todo, sacó del área cuanto balón pudo y por poco le sale.
Campos incluyó a Ariel Rodríguez y a Hansell Arauz, adelantó sus líneas y por momentos jugó con un solo defensa en busca del tanto que le diera ese triunfo.
Y a dos minutos del final, cuando ya el público estaba impaciente y casi resignado al 1-1, llegó la cabeza salvadora de Moya.
Sí, nuevamente el goleador morado dijo presente.
El “18” tibaseño se impuso en las alturas tras un preciso centro de Jordan Smith, y con un testarazo al ángulo, desató el júbilo en la Cueva del Monstruo.
Con su anotación, Moya igualó a Yendrick Ruiz en la punta del goleo y demostró que llega fino a las instancias finales y que ese puesto de centro delantero tiene un nombre en el equipo.
La victoria fue justa para el plantel que propuso y que fue al frente ante el cuadro que solo tuvo una opción clara en el juego, y que en todo momento se preocupó nada más por cuidar su arco.
Saprissa depende de sí mismo. Un triunfo el próximo domingo ante el Team le daría el liderato a falta de una fecha por jugar.