A lo largo de los 98 años de historia que tiene el Club Sport Herediano, la década actual es la que más alegrías le ha dejado a los seguidores florenses y parte de este éxito se debe a su capitán: Pablo Salazar.
Salazar se retira del fútbol este domingo a la 1 p. m. en el encuentro del Herediano ante el Árabe Unido de Panamá en la Copa Premier. El juego será en el Estadio Eladio Rosabal Cordero.
“Lo vivo con mucha satisfacción, todo este tiempo en el Herediano y la verdad es que disfruto estos momentos previos a lo que va a ser mi último partido como futbolista profesional”, explicó Pablo Salazar.
El defensor marcó una época en el equipo rojiamarillo, junto a un grupo de jugadores que rompieron rachas enormes sin títulos y se dedicaron a coleccionar preseas doradas que se fueron colgando poco a poco en el pecho.
En el 2011, Pablo Salazar llegó al Herediano, luego de haberse formado en Alajuelense, ser campeón en Liberia Mía, jugar en el Cartaginés y vestir la camiseta de la UCR.
‘Chata’, como le dicen sus amigos, vistió por primera vez la casaca del Herediano el 31 de julio del 2011, en un empate 1-1 ante el Puntarenas FC.
“Es una responsabilidad muy grande (ser capitán), así lo veo yo. Tenés que dar el ejemplo a los compañeros, ser el primero que empuje el barco hacia adelante, hay que ponerle el pecho a las balas en momentos de adversidad. Lo disfruté con mucha pasión”, comentó el zaguero.
Pablo Salazar se va del Herediano con cinco títulos nacionales y uno de Liga Concacaf, con 266 partidos, 26 goles y 26 duelos internacionales.
“Es una satisfacción muy grande, pasé por el Herediano y dejé huella. Dejé muchos amigos y la verdad es un eterno agradecimiento a los compañeros y afición”, añadió
La cinta de capitán le llegó a Pablo Salazar en el 2012, gracia a la confianza de Odir Jacques y cuando en realidad el futbolista no se lo esperaba.
En una carrera muy exitosa, Salazar se ha caracterizado por ser un hombre de familia y fiel a sus compañeros en el terreno de juego. Un capitán en todo el ámbito de la palabra.
“Sí me sorprendió, fue cuando José Carlos Cancela se fue en el 2012 y a partir de ahí tuve la bendición de que me dieran la capitanía del equipo. Me sentí muy orgulloso, pero tenía una responsabilidad muy grande”, argumentó.
A partir de ese momento, Salazar puso en práctica lo que le enseñaron grandes capitanes que tuvo en su carrera como Wilmer López, José Carlos Cancela, Mauricio Solís y Richard Mahoney.
El primer trofeo de campeón que levantó como capitán florense fue en el Verano 2013, cuando los florenses doblegaron al Cartaginés en una de las finales más emocionantes de los últimos años, marcada por una remontada épica.
Los rojiamarillos vinieron de atrás, los goles de Víctor Núñez y Yendrick Ruiz los llevaron a tirar penales, ahí Minor Díaz convirtió el último y el trofeo llegó a las manos de Salazar.
“Fue un momento mágico, lleno de adrenalina, siempre lo recuerdo. Fue un campeonato que con las uñas lo buscamos, lo arrebatamos y con la afición al final lloramos de alegría”, confesó.
Para el 2015, Pablo jugaba con los Venados de Mérida, pero el Herediano estaba en la final ante Alajuelense, en un torneo donde el defensor disputó los primeros cuatro duelos de ese certamen.
Salazar sintió la necesidad de estar con sus compañeros en esa final, pues se sentía parte del grupo, por lo que su esposa Elena Hidalgo le ayudó a comprar el tiquete y venir a la final que una vez más se definió en penales y le sonrió al Team.
“Sufrí mucho los penales, los viví intensamente. Recuerdo que cuando Leo Moreira se lo ataja a Johan Venegas y extiende la serie, sentí que se nos iba a dar”, detalló Salazar.
Salazar se va con seis medallas de campeón nacional, pero sus títulos favoritos se dieron hace menos de un año, cuando ganaron la Liga Concacaf en Honduras ante el Motagua y al hincar al Saprissa en tiempo extra, en diciembre pasado.
“Lo que yo sentí en en esa noche allá en Honduras en Liga Concacaf y lo que sentí en el Saprissa al ganar en tiempo extra... nunca se me había dado ese sentimiento de satisfacción tan profundo. Fue un premio al sacrificio”, finalizó.
En la historia del Herediano, Pablo Salazar es el único capitán que levantó un trofeo de campeón de Concacaf.