Es de Nicoya, pero el delantero Jean Carlos Solórzano ya había olvidado lo que eran las fuertes temperaturas de Guanacaste.
El sueño de jugar fútbol con Alajuelense lo hizo salir de su tierra hace 15 años y desde 2014 vivía en Australia.
Cuando surgió la posibilidad de volver al fútbol tico, Nico no lo pensó mucho y firmó por seis meses con el Municipal Liberia.
Sin problemas, el futbolista de 29 años pasó las pruebas médicas y al día siguiente comenzó la pretemporada con los pamperos.
Lo que no imaginaba es que le tocaría sudar la gota gorda, porque ya no estaba adaptado al calor de la provincia.
"El calor aquí es fuerte, supuestamente debería de estar acostumbrado, pero nunca se acostumbra uno a estos calores. En Australia el calor va de diciembre a febrero o marzo, el resto del año es frío", contó Solórzano.
Y agregó: "Aquí es durísimo, por ejemplo el jueves entrenamos a las 3 p. m. y lidiar con ese sol es difícil por más bien físicamente que uno esté y que uno le ponga amor"
Aunque está en su tierra, se siente como un turista, porque encontró un Guanacaste muy desarrollado, muy distinto a como era cuando él se fue.
"Ahí tengo que andar preguntando, porque ya no es igual, ya no conozco".
Mientras termina de aclimatarse y ubicarse, Solórzano no ha tenido problemas en adaptarse al grupo y siente la ilusión de demostrar que tiene mucho fútbol en sus piernas y que puede tener presencia en las redes.
"Ahora vengo más maduro, físicamente me siento mucho mejor que la última vez que volví a Alajuelense; va a ser una bonita oportunidad para ver en dónde estamos y ojalá pueda marcar diferencia en la liga de acá", manifestó Nico.
El hecho de retornar con Liberia al fútbol nacional tiene un significado especial para él.
"Después de la mala suerte que tuve con la Liga, de todas las operaciones de rodilla que tuve y todo, mucha gente pensó que yo no iba a seguir jugando, que debía retirarme, pero tuve la oportunidad de volver a Australia, volví y hasta fui campeón otra vez", recordó.
La lección que le dejó esa experiencia es que nunca hay que darse por vencido.
"Siempre trato de que cada vez que hay una caída, levantarme mucho mejor y aquí estamos, ahora se presenta esta oportunidad y ojalá que pueda venir y marcar diferencia aquí, como lo hice en Australia".
Solórzano se siente en óptimas condiciones y con mucho orgullo dice que su peso actual es el que tenía a los 21 años.
"Me ha ido bien, hay mucha gente que conozco que ya había jugado con ellos y el resto son chiquillos que vienen saliendo, pero es un buen grupo. Este equipo está para grandes cosas".
La espera llegó a su final y Nico reaparecerá en el fútbol tico este domingo, a las 3 p. m., cuando Liberia visite a Limón.
"Es un inicio duro. Limón tiene un equipo muy fuerte y es difícil para el primer partido, pero creo que tenemos un grupo muy bueno. Ojalá las cosas se empiecen a dar, estoy muy positivo y creo que en esta temporada, el equipo puede pelear la clasificación", analizó Solórzano.