A Francisco Rodríguez le tomó su tiempo entender y aceptar que debía hacer una pausa en el fútbol por una lesión y aunque su esperanza es regresar cuando esté recuperado, no sabe si eso es algo que podrá lograr.
El futbolista de 30 años, que inició su carrera en Primera División con Alajuelense y actuó en el país con Carmelita, UCR, Santos, Herediano, Saprissa y Sporting FC decidió comunicar su decisión a través de sus redes sociales.
Con mucha nostalgia, el delantero hizo una carta llena de sentimiento, que no le resultó nada fácil de escribir.
“El Divino” -uno de sus apodos- indicó que con tristeza y resignación anunciaba su despedida momentánea del mundo del fútbol.
“Durante los últimos dos años, he estado lidiando con una lesión persistente en el tendón de Aquiles, la cual ha limitado considerablemente mi potencial y desempeño en el campo de juego”, mencionó.
Francisco Rodríguez subrayó que aunque lleva una década de convivir con esa lesión, recientemente se ha convertido en una calcificación que afectó significativamente su capacidad para competir al más alto nivel.
Apuntó que el fútbol ha sido y siempre será su pasión más grande. Desde temprana edad, invirtió innumerables horas en entrenamientos, partidos y sacrificios personales para seguir creciendo y mejorando.
“Sin embargo, en mis condiciones actuales, he llegado a un punto en el que mi lesión ha impactado negativamente tanto mi calidad de vida como mi salud mental. La frustración de no poder jugar al 100% de mis capacidades, sumada al intenso dolor que en ocasiones ni siquiera me permitía caminar en mi vida diaria, se ha vuelto abrumadora”.
Rodríguez exteriorizó un profundo agradecimiento a los últimos equipos que apostaron por él, a pesar de conocer su situación.
“Su confianza en mí ha sido una luz de esperanza en momentos de dificultad, y siempre he dado todo lo que tenía para competir y representarlos de la mejor manera posible. Su apoyo y comprensión durante estos años han significado mucho para mí, y no puedo expresar con palabras mi gratitud por ello”.
Pero también sabe que así no puede continuar, al menos por ahora.
“Hoy tengo que aceptar la realidad de mi situación y reconocer que no estoy en condiciones óptimas para seguir compitiendo en este momento. Necesito tiempo para recuperarme adecuadamente y explorar todas las opciones de tratamiento y rehabilitación disponibles. Mi objetivo es regresar y volver a competir al 100% de mis capacidades si Dios así me lo permite. Espero que este no sea mi retiro definitivo, sino una pausa necesaria para enfrentar esta situación de frente y con determinación”, explicó.
Rodríguez también aprovechó la oportunidad para agradecer a sus grandes compañeros de equipo, quienes han sido una fuente constante de apoyo y motivación en el campo de juego.
“Su amistad y grandes consejos siempre me ayudaron a superar momentos difíciles y a mantener viva la llama de mi pasión por el fútbol. Les pido que sigan dando lo mejor de ustedes y persiguiendo sus sueños. Y espero poder unirme a ustedes nuevamente en el campo cuando llegue el momento adecuado”.
Pero aunque es una ilusión, también eso es algo que no sabe si ocurrirá.
“Aún si no pudiera volver a jugar profesionalmente estoy muy satisfecho y feliz por haber vivido todos estos años en el fútbol. Si volviera a ser un niño estaría seguro que lo volvería a hacer con la misma ilusión”.
En la misiva, Francisco Rodríguez expresó su gratitud a su familia y seres queridos, quienes han estado a su lado en cada paso de este camino.
“Su amor incondicional, paciencia y apoyo constante han sido fundamentales en mi carrera futbolística. Me han brindado fuerza y consuelo en los momentos más oscuros, y siempre han creído en mí, incluso cuando yo dudaba de mí mismo. A todos los que han formado parte de mi trayectoria en el fútbol, quiero transmitirles mi agradecimiento sincero y mi deseo de volver a cruzar caminos en el futuro”.
Francisco Rodríguez también cumplió el sueño de ser legionario. Jugó en Nicaragua con el Diriangén y en Colombia vistió la camisa de Deportes Tolima.