EscucharUn minuto después de la algarabía saprissista en el Rosabal Cordero con el gol de David Ramírez, llegó la angustia: penal para Herediano.
El experimentado Rándall Azofeifa tomó el balón, mientras llegaban los reclamos de los morados al silbatero Henry Bejarano.
Azofeifa prefirió alejarse del área pequeña, mientras tanto Mariano Torres conversaba con el portero Kevin Briceño. Julio Cascante y el brasileño Henrique Moura intentaron distraer al rojiamarillo.
Tras cuatro minutos de espera, debido a los reclamos, Azofeifa apretó el gatillo de su pierna derecha y erró el cobro, pero ¿cómo vivieron los morados esos instantes de la ejecución?
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El suramericano Anderson Leite fue quien le cometió la falta a José Guillermo Ortiz. Asegura que sentía el corazón en la garganta. Las revoluciones eran a mil, máxime cuando vio que Azofeifa tomó el balón, pues casi nunca falla este tipo de acciones.
“Gracias a Dios fue para afuera, fueron minutos de mucha oración a Dios. Yo sé que él (Azofeifa) es un buen jugador y un hombre de familia, pero tenemos que ver la parte de nosotros. Fueron instantes complicados en los que solo podía hablar con Dios”, comentó Leite.
Julio Cascante afirma que poco se puede pensar en esos momentos, pues todo pasa muy rápido. Lo único que acató fue ir al manchón blanco a intentar desconcentrar al cobrador florense.
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“Lo que se trata es distraer un poco, aunque uno sabe la gran calidad de jugador que es, obviamente ya ha jugado en grandes estadios y demás, pero uno trata de sacarlo. No sé si habrá funcionado”, contó Cascante.
Uno de los que vivió un momento más amargo fue David Ramírez, pues un minuto antes de la infracción había puesto arriba a su equipo con un cabezazo.
“Primero fue toda la alegría del gol y luego se dio lo del penal. Fueron segundos de mucha angustia, pero siempre confié en Kevin Briceño, al final Azofeifa erró y a partir de ahí ya uno sabe lo que va a pasar y sabíamos que íbamos a ganar”, comentó Ramírez.
Otro que estuvo al frente fue el volante argentino Mariano Torres, pues conversó por casi un minuto con Briceño.
Al final, Torres fue los que más celebró el mantener la ventaja en el Rosabal Cordero, luego de esa acción.
“Son pulsaciones del corazón muy fuertes, era una lástima que nos empataran el juego, pero ya está, pateó afuera, quizás no falla, pero lo erró”, citó el suramericano.
El final es conocido, el fútbol es así: una ruleta. En ocasiones se está arriba y en otras abajo. Anoche el turno fue para Azofeifa, el hombre de confianza del Team.
Esa jugada marcó el resultado final y el Monstruo salió más fortalecido en su lucha por alargar el campeonato hasta una eventual final contra el actual monarca nacional.
