El arbitraje fue el detonador del gran malestar de Alajuelense

La sanción del penal que definió el resultado del juego, una falta sobre Yendrick Ruiz que Vega señaló primero fuera del área y 20 segundos después se rectificó por indicación de Leal, dejó salir la molestia rojinegra.

Lejos de criticar si fue o no penal, si fue dentro o fuera del área, los erizos enfocaron su denuncia en la falta de autoridad del silbatero que quedó en evidencia ahí, y minutos antes en un saque lateral que Navarro le aconsejó cambiar de manos.

“Luego aparece el guardalínea a 30 metros (de la jugada) y el árbitro a cinco y le gana el línea, se toma la decisión de pitar un penal y son las cosas que definen el partido”, aseguró el técnico rojinegro Óscar Ramírez.

El timonel fue enfático en que la labor de Navarro no fue solo la de secretario arbitral.

“Nos pasó en un saque de banda, él (Vega) marca tres veces a favor de nosotros, el señor (Navarro) se le planta y le dice que no, que es de otra forma hasta que lo convence y pita lo que le dice. Se da la misma situación en el penal. O tiene autonomía el señor para tomar decisiones o se están dando otras situaciones”, añadió Ramírez.

En la cancha, Armando Alonso secundó las palabras del técnico y apuntó sus críticas a la labor del cuarteto arbitral.

“En la Liga estamos un poco cansados de eso, es difícil, aparte de que tenemos un buen rival en la cancha, jugar contra los árbitros es difícil. Es penal, lo aceptamos, la falta es dentro del área, pero cansa que siempre aparece el línea y quiere ser figura”, afirmó.

Polémicas aparte, para efectos de la tabla, Alajuelense sufrió anoche uno de esos golpes que abollan la carrocería, pero no son del todo mal recibidos.

Porque caer 1-0 en la cancha del Herediano puede ser una de esas famosas derrotas que se tienen “presupuestadas”, mas tampoco tira por el piso los intereses manudos.

La Liga continúa como líder solitario del certamen, con 31 puntos, a la espera de lo pueda hacer hoy la Universidad de Costa Rica.