Wálter ‘Paté' Centeno salió del Saprissa sin saber que con él se había agotado la paciencia de Horizonte Morado para sostener un técnico. El ahora entrenador de Guadalupe fue el último estratega con más de dos torneos al frente del equipo morado, que ahora se caracteriza por la inestabilidad en el banquillo: tres técnicos en apenas un año hablan sobre esa realidad.
El último despido llegó este jueves, cuando la institución anunció la salida de Iñaki Alonso, quien ni siquiera cumplió cinco meses en el país. Su 46% de rendimiento entre el final del Apertura 2021 y el Clausura 2022, pero sobre todo los dos últimos partidos (derrota ante Grecia y empate ante Guanacasteca, ambos en casa) acabaron con su paso por el Saprissa.
Ni siquiera el respaldo del camerino pudo sostener a Alonso, la última apuesta tras Mauricio Wright y Roy Myers. Ellos evidencian que después del Paté, en la S priman los títulos y no están dispuestos a darle tiempo a un técnico si no hay resultado pronto.
Menos de 24 horas antes de su salida, Iñaki hablaba de un proceso y Christian Bolaños apoyaba esa idea, una difícil de imaginar con el nuevo estilo de Horizonte Morado, que años atrás sí apostaba por dejar a sus entrenadores. No solo sucedió con Paté (cuatro torneos y uno sin terminar), también con Rónald González (tres torneos y uno sin terminar), Jeaustin Campos (dos y uno sin terminar) y Carlos Watson (cinco torneos).
Watson fue más bien una excepción a la regla, porque cuando se fue lo hizo al concluir el certamen, algo inusual en la casa tibaseña. Pero así como ha tenido técnicos por varios campeonatos, ha sufrido las malas rachas.
Horizonte Morado tuvo ocho entrenadores en sus primeros nueve años, pero en solo 11 meses del 2021 nombró cuatro, y si se cuentan los interinatos de Marco Herrera, se podría decir que colocaron cinco timoneles en ese corto periodo. Wright salió anticipadamente pese a que nunca perdió un clásico contra Alajuelense (ganó tres y empató dos) y consiguió la estrella 36.
Mauricio ganó el campeonato cuando nadie pensaba que la S podía resurgir en el Clausura 2021 y le extendieron su contrato hasta diciembre del 2021. Esto se dio incluso dejando de lado que el propio presidente, Juan Carlos Rojas, había anunciado que tenía otros candidatos firmes para tomar el control en un proyecto más estructurado y a largo plazo.
Pero todo cambió cuando Wright quedó eliminado en los cuartos de final de la Liga Concacaf ante el Comunicaciones y al cosechar solo cuatro puntos de 12 posibles en el Apertura 2021. Ese mal momento lo solucionaron (por poco tiempo) con Alonso, porque sin muchas expectativas metió al equipo en la final y aunque la perdió ante Herediano, hizo más de lo que muchos esperaban.
El nuevo “apaga fuegos” quedó en eso y ahora ni siquiera pudo completar un torneo, porque Horizonte Morado no estaba dispuesto a soportar más caídas en casa, aunado a la presión de una afición que exigió con gritos la salida del europeo.
Antes de esta nueva tendencia de muchos técnicos en poco tiempo, en el Monstruo se vivió otra crisis similar en el Invierno 2015, porque antes de que llegara Watson, estuvieron Jeaustin y Douglas Sequeira.
Otra característica de Horizonte Morado es su preferencia a contratar técnicos nacionales y cuando ha elegido a foráneos, la historia nunca terminó bien: Alonso fue el segundo de ellos y antes estuvo Daniel Casas (solo dirigió un torneo).
Empieza la nueva búsqueda...
