El 8 de abril del 2018, el Municipal Liberia descendió a la Liga de Ascenso al perder 0-4 ante Grecia, pero su estancia en la segunda categoría se está volviendo un infierno que podría acabar consumiendo al equipo.
Los pamperos atraviesan una situación económica lamentable, sin dinero para pagar salarios, con una deuda superior a los ¢100 millones y sin apoyo de posibles patrocinadores de la zona.
“El aporte de los comercios ha sido nulo, antes nos ayudaban, pero la situación se nos ha tornado muy dura. Las taquillas bajan, los precios no son los mismos. La cantidad de personas que van al estadio no es la que necesitamos y la planilla está bastante reducida”, explicó Jorge Sánchez, presidente de Liberia
Como si todo lo anterior no fuera malo, el equipo atraviesa una crisis deportiva que lo podría mandar al fútbol de Linafa, ya que está en el puesto 17 de la tabla acumulada con 26 unidades y solo el gol diferencia le ayuda para estar por encima de Futbol Consultants.
En este torneo son últimos del Grupo A con ocho puntos en 12 partidos y les quedan cuatro encuentros para evitar una pérdida de categoría por segundo año consecutivo.
“Desde que descendimos los problemas no han desaparecido, los problemas económicos han sido bastantes fuertes y no se han podido solucionar en el porcentaje que nosotros necesitamos”, comentó Sánchez.
El jerarca pampero explicó que la mayor parte de los negocios que hacen con los comercios de Liberia son canjes que les sirven para solventar necesidades básicas de la institución, pero dinero como patrocinio no están recibiendo.
“A todo hay que hacerle frente con poquitos de dinero que se recogen. Ahorita estamos saliendo adelante, pero sí necesitamos un dinero más grueso para poder atender ciertas necesidades”, reveló Sánchez.
Los problemas económicos han tenido un impacto directo en la situación deportiva, pues el equipo se quedó sin los jugadores de más peso y ahora trata de mantenerse en la Liga de Ascenso con un combinado plagado de juveniles.
“A ellos no se les pone un salario, porque no tenemos la posibilidad de darles un salario. Se les ofrece un tipo de ayuda, llámese viáticos, algún reconocimiento por estar ahí. Hasta hoy no se tiene cancelado eso en un 100% porque no nos da”, confesó el presidente.
Hoy en día, los traslados a los partidos, la alimentación de los jugadores, la limpieza del estadio y otras necesidades básicas se vuelven un dolor de cabeza cada vez que hay un compromiso.
Liberia fue uno de los equipos que se vio beneficiado con el premio que recibió Costa Rica por su participación en la Copa del Mundo de Rusia 2018, pero esa plata se esfumó inmediatamente.
“Cuando tomamos el equipo estaba la deuda por ¢250 millones y el dinero del Mundial fueron poco más de ¢100 millones; ya ese dinero se había comprometido para cancelar lo que se debía”, añadió
El monto recibido por la justa mundialista no alcanzó para cancelar deudas con exjugadores, entrenadores y personas que formaron parte del club.
En la Junta Directiva de Liberia no ven otro descenso al final de esta temporada y esperan que la próxima temporada puedan revertir la situación económica.
“Ahorita no estamos contemplando la idea de descender a Linafa. La idea nuestra es salvar la categoría y hacer una reestructuración para que el equipo se encumbre. Estamos anuentes a hacer una negociación con algún inversionista”, finalizó Sánchez.
En el seno del equipo se valora la posibilidad de alquilar la franquicia por un tiempo determinado, ceder la administración del club y hasta vender la franquicia en un último caso, pese a que desean que se mantenga en Liberia.
En cuanto al Estadio Edgardo Baltodano Briceño, está a cargo del Comité Cantonal de Deportes, por lo que no hay problemas en cuanto al mantenimiento que debe de recibir una de las mejores gramillas del país y un reducto que tiene buenas instalaciones.