El grupo Poder Ciudadano presentó a la consideración de la Asamblea Legislativa, para que sea acogido por al menos 10 diputados, un proyecto de reforma constitucional tendiente a introducir cuatro cambios fundamentales en la Constitución: l) el sistema de elección de los diputados, 2) el cuórum necesario para sesionar, 3) la reelección sucesiva de los diputados y 4) el establecimiento de sanciones a los diputados por violación al principio de probidad.
Las tres últimas reformas son muy atinadas, pues modifican yerros de la normativa actual o introducen una nueva regulación, como es el caso del establecimiento de sanciones a los diputados por violación del principio de probidad, que es una necesidad imperiosa.
En cuanto a la primera, que es de mayor importancia, se transforma radicalmente el sistema de elección de los diputados. Se pasa de un sistema de nombramiento a escala provincial a un sistema mixto de elección de una mitad de los diputados a escala nacional y la otra mitad elegida en distritos electorales.
Representatividad. Este nuevo sistema otorgará, sin ningún género de dudas, mayor representatividad a los electores y, además, logrará que estos tengan una participación más directa en la escogencia de los diputados. En efecto, la creación de 42 distritos electorales permitirá, en lo sucesivo, que los ciudadanos voten por el mejor candidato en su distrito y no necesariamente por un determinado partido.
Este sistema impide la errada tentación de crear las listas abiertas, sistema en el que cada elector, dentro de las listas presentadas por los partidos políticos, escoge los candidatos de su predilección en el orden que lo desee, o bien, introduce nuevos nombres.
Este sistema no ha funcionado en la práctica y estudios empíricos realizados por Dieter Nohlen, posiblemente uno de los principales estudiosos en el mundo en materia electoral, demuestran que a la hora de la votación no más del 5% de los electores se aparta del voto de las listas cerradas y bloqueadas. Este sistema, en la praxis, lo único que prohíja es que se atrase el resultado de los escrutinios, lo cual crea incertidumbre en el electorado que es justamente uno de los principales problemas que debe evitar cualquier sistema electoral.
El nuevo sistema permitirá, asimismo, que los partidos pequeños tengan representación proporcional a su fuerza electoral, pues podrán escoger uno o varios diputados entre los elegidos a escala nacional.
Los partidos mayoritarios tendrían una representación más proporcional a su caudal electoral, pues los diputados elegidos por distrito electoral se distribuirían entre ellos.
Con ello se evitaría la atomización de la Asamblea y posiblemente el partido que gane las elecciones obtendría, si no la mayoría parlamentaria, por lo menos un número de diputados cercana a ella, lo cual le permitiría negociar más fácilmente la aprobación de proyectos importantes con otras bancadas.
Defectos. El único defecto que contiene el citado proyecto es que elige 84 diputados en total, es decir, 42 por lista nacional y 42 por distrito electoral. Lo anterior tiene serios defectos: en primer lugar, resulta antidemocrático, dado que en caso de empate en una votación, se le otorga doble voto al presidente.
Con ello se privilegiaría a un solo diputado respecto a los otros 83, lo cual no es admisible desde el punto de vista democrático.
En segundo lugar, en determinados casos, incluso el doble voto del presidente podría decidir asuntos de vital importancia para el país, a pesar de no existir una mayoría en la Asamblea para tomar esa decisión tan trascendental. Verbigracia, la elección de un Directorio legislativo o la aprobación de un nuevo tributo, etc.
Me parece que este punto concreto debe reformarse para eliminar un diputado nacional, de manera que la Asamblea quede integrada por un número impar.
Espero que el proyecto se traduzca, en esta y en la siguiente legislatura, o a más tardar en el 2018, en normas constitucionales vigentes y operativas. Lástima que habrá que esperar las elecciones del 2022 para la aplicación del nuevo sistema de elección de los diputados, así como la posibilidad de que algunos de ellos puedan reelegirse.
Nuestra democracia ganará en madurez y será más operativa y eficiente.
El autor es abogado.