El ministro de Comunicación admite públicamente en un video que el señor Bulgarelli redactó los términos de una licitación a la que posteriormente él mismo se presentó y —¿adivinaron?— él mismo ganó.
Sí, —¡oh, sorpresa!— logró ganar una licitación que él mismo redactó y que le significaba a su empresa un ingreso de $300.000 en seis meses, o sea, $50.000 mensuales. ¡Nada mal!
Pero no ve el ministro nada incorrecto en esto... porque Bulgarelli redactó los términos de la licitación por pedido de la entonces ministra de Comunicación, como si con ello se anulara el evidente y absoluto conflicto de intereses.
Redactar los términos de una licitación y luego presentarse a ella y ganarla es una conducta absolutamente contraria a la ética. Cualquiera con una noción mínima y básica de moralidad podrá advertir el obvio, el evidente y escandaloso conflicto de intereses... excepto el actual ministro de Comunicación.
Su video es un ejemplo clásico y de manual del tipo de declaración que hace un político bajo la premisa de que los costarricenses somos idiotas. Valga también la más enérgica censura al BCIE, que se prestó a semejante barbaridad.
Lo que vemos es un gobierno actuando igual que aquellos a quienes dice rechazar. Por sus acciones los conoceréis.
El autor es filósofo.
![Desde el 27 de mayo del 2022, el entonces jefe de despacho del presidente Rodrigo Chaves, y actual ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez Vives, le propuso al productor audiovisual Christian Bulgarelli (derecha) un contrato por servicios de comunicación y le dijo que la idea era utilizar dinero del BCIE. Fotos: Archivo/La Nación](https://www.nacion.com/resizer/v2/U6NBAAQ62JHUBERLBM6DWQJHOY.jpeg?smart=true&auth=b21cd6a85b99dcfef88b2d00ee1413c66c9c45c1d88ece44858cfebaba267520&width=1600&height=900)