El senado haitiano aprobó una iniciativa de ley para penalizar el matrimonio entre personas de mismo sexo. Allá de todos modos no están reconocidas esas uniones.
La propuesta la presentó el senador Carl Murat Cantave, quien critica abiertamente a la población LGTBI (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales, e intersexuales) en Haití, a la que ha llegado a culpar públicamente de “todo lo malo” que ocurre en la nación caribeña.
Los infractores podrían ser llevados a prisión y condenados a una multa hasta de $8.000. Ahora pasará a la Cámara de Diputados para su aprobación definitiva. La ley cubriría a nacionales haitianos y extranjeros.
El proyecto empezó a debatirse a mediados del mes pasado después de que el Senado adoptó una resolución para denegar a los miembros de esa población el “certificado de buena vida”, un documento necesario para hacer cualquier gestión en el país, desde obtener un trabajo hasta viajar.
En los últimos años, líderes políticos y religiosos de Haití han organizado diversas protestas contra la comunidad LGTBI, y la propia organización Kouraj, que agrupa la población diversa sexualmente, ha sufrido amenazas para que deje de funcionar abiertamente.
Incoherencia. Lo que me ha llamado la atención es oír y leer comentarios de costarricenses en las redes sociales criticando al Senado haitiano, diciéndoles ignorantes y prejuiciados.
Parece que no se dan cuenta de que en Costa Rica es legalmente imposible el matrimonio entre personas del mismo sexo, en el inciso 6 del artículo 14 del Código de Familia.
Y la penalización por realizarlo tiene cárcel desde seis meses y hasta cuatro años. Es cuestión de revisar los artículos 176 y 179 del Código Penal.
Y parecen olvidar en sus comentarios esas gentes que precisamente en este momento hay cinco personas acusadas por ese delito al que el fiscal agregó el de falsedad ideológica (artículo 360 del mismo código) que da la posibilidad de una condena hasta de ocho años de cárcel.
El próximo 2 de octubre precisamente se realizará la audiencia preliminar contra estas cinco personas en el Juzgado Penal de San José.
Entonces, concluyo que más bien Haití está copiando a Costa Rica en esta carrera contra los derechos humanos de las personas diversas en identidad de género y en orientación sexual.
El autor es abogado.