Es probable que alguien que lea este artículo coincida conmigo sobre la situación que vive Costa Rica con relación a la población adulta mayor.
Según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, en el año 2050 seremos cerca de 9.700 millones de personas en el planeta, de las cuales un 21 % serán adultas mayores. En nuestro país, un poco más de medio millón sobrepasaban los 65 años en el 2022, de acuerdo con los datos del Centro Centroamericano de Población (CCP) de la Universidad de Costa Rica, que toma en cuenta información del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Estamos enfrentando una realidad cada vez más común: una población envejecida. Debemos asegurarnos de estar preparados para prestarles cuidado adecuado y brindarles el respeto que merecen. Esto significa garantizar los recursos necesarios para hacer frente a la situación.
Necesitamos una mayor inversión en los servicios de salud y programas de asistencia social para asegurar que la gente de la tercera edad reciba la atención y el apoyo que necesita.
No obstante, la información que maneja el Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología Raúl Blanco Cervantes es que existen preocupaciones porque no hay camas suficientes para atender la creciente demanda, se carece de instalaciones adecuadas para brindar atención con las comodidades necesarias.
Si un adulto mayor enferma después de las 6 p. m. o durante el fin de semana, el hospital Blanco Cervantes no puede recibirlo porque no tiene posibilidades, dado que trabaja la consulta externa de lunes a viernes, de 6 a. m. a 4 p. m. Así como lo leen, nuestra población adulta mayor no tiene posibilidades de ser recibida en cualquier momento y, como sabemos, las enfermedades llegan a cualquier hora.
Como si esto no fuera suficiente para preocuparse, nos llegó recientemente la noticia de que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) se vio en la obligación de suspender una gran cantidad de obras de infraestructura, dentro ellas, el proyecto del nuevo hospital geriátrico.
Desde hace más de 15 años se trabaja con las diferentes autoridades sobre la urgencia de construir un nuevo centro médico, que sea un lugar que reúna las características tanto para los profesionales en salud como para los adultos mayores.
Los hombres y mujeres que componen ese más de medio millón de personas adultas mayores dieron toda la energía y trabajo para hacer grande a nuestro país. Hoy, en el ocaso de sus vidas, merecen contar con un lugar adecuado para que su salud sea tratada según las necesidades propias de su edad.
No debemos como sociedad simplemente volver la cara y dejarlas solas, es un asunto de interés nacional, que muy pocos quieren asumir.
En nombre de la Junta de Salud del hospital, la cual presido, hago una solicitud vehemente a las autoridades y a los costarricenses para que asumamos la responsabilidad que nos compete con esta población que necesita una respuesta.
Es nuestra obligación como sociedad brindarles a nuestros adultos mayores los cuidados, el respeto y el amor que merecen. Por tanto, debemos trabajar juntos para que reciban la mejor atención que nuestro país les pueda ofrecer.
Es nuestra responsabilidad velar por que tengan los mejores servicios de salud, que sus necesidades sociales sean cubiertas y que sus derechos sean respetados.
La autora es presidenta de la Junta de Salud del Hospital Geriátrico.
LEA MÁS: Estudio dice que un 86% de adultos mayores en Costa Rica utilizan Facebook, Instagram y WhatsApp
