¿La solución? Jorge Dengo Rosabal, diputado serio del PLP, plantea exonerar del impuesto sobre la renta a las empresas que contraten al menos la quinta parte de sus trabajadores entre los jóvenes, las embarazadas o en lactancia, o mayores de 40 años. No dudo de sus buenas intenciones, pero la iniciativa es sorpresiva, omisa y superficial. Es decir, un mal remedio.
Es sorpresiva porque, al querer hacer de la política fiscal una herramienta para incidir en el mercado laboral, Dengo y su partido liberal nos dicen que el Estado tiene un importante papel de dirección económica. Se apartan así, entre otros, de Friedrich Hayek, Ludwig von Mises, Milton Friedman o la más extrema Ayn Rand, patrones del canon economicista y libertario. Para mí, esta es la parte buena de la sorpresa: decirnos que son flexibles. La mala es que su flexibilidad está mal orientada. El dirigismo fiscal podría conducir a que las empresas contraten no en función de habilidades laborales, sino de subsidios: una cara distorsión con tufo rentista.
Es omisa porque no aporta datos para medir su posible eficacia, el costo fiscal que tendría y, por ende, la disminución en la capacidad estatal para implementar otras políticas.
Pero lo más serio es que solo atiende la superficie de los problemas que pretende solventar. A los jóvenes marginados es necesario capacitarlos para la empleabilidad. Las mujeres necesitan centros de cuidado, políticas contra la discriminación y vigilancia laboral proactiva. Los mayores de 40 difícilmente podrán potenciar el mercado del trabajo sin programas de reentrenamiento.
Es decir, el énfasis debe estar en la generación de oportunidades, no en subsidios para abaratar la contratación, sin siquiera calcular cuánto costarían. Un poco más de flexibilidad ideológica no le cae mal al PLP, pero el resultado dependerá de cómo la orienten.
Correo: radarcostarica@gmail.com
Twitter: @eduardoulibarr1