Columnistas

El alto costo del ‘sacrificio fiscal’

No es solo un problema de carga fiscal y desatender funciones clave deja un vacío para que otros los llenen

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Lo ha dicho de muchas formas el ministro Nogui Acosta: para reducir la relación entre deuda pública y producto interno bruto (PIB), debemos sacrificarnos un tiempo. Cuando esa proporción baje, será menor el pago de principal e intereses a los acreedores, se liberará la regla fiscal y habrá más recursos para cumplir con las funciones del Estado. Como enunciado abstracto, suena bien. Pero peca, al menos, en tres aspectos: cómo calcular la deuda, cómo gestionar el sacrificio y cuál será el efecto de lo anterior.








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