Patronos morosos
Caja Costarricense de Seguro Social
¿Por qué la entidad correspondiente, es decir, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) no se encarga de andar detrás de todos los patronos morosos, que andan por ahí libremente, para obligarlos a pagar? Porque, si un trabajador denuncia a su patrono, corre el riesgo de ser despedido. Por otra parte, mes a mes, les cobran sus cuotas, pero ¿qué pasa con ese dinero, si ellos no pagan? Sé que existen los inspectores, pero, de ellos, mejor no hablar.
Yiset Rodríguez Flores
San José
Ética deportiva
En el deporte debe haber ética. La Selección de Fútbol de España, en el Torneo de Confederaciones, humilló al débil equipo de Tahití, anotándole once goles. Si el rival es débil, con solo anotar los goles indispensables paratriunfar es suficiente.
Adolfo Bonilla Bustos
San José
Acoso sexual callejero
El pasado sábado 13 de julio, pasé dos veces frente a obreros de la empresa H. Solís, que hacían labores de recarpeteo en Guachipelín, Escazú. Es inconcebible que, durante las horas laborales y portando la insignia de la empresa, esos señores decidan dedicar su tiempo al acoso sexual callejero. Me gustaría saber si H. Solís cuenta con programas de capacitación, sanciones o requisitos contractuales para prevenir estas indignantes situaciones de irrespeto a las mujeres.
Andrea San Gil León
San José
Abuso de Jasec
La Junta Administrativa de los Servicios Eléctricos de Cartago (Jasec) abusa del cobro. En mi caso, el recibo cancelado en el mes de marzo fue de ¢24.540 y, en junio, cancelé ¢37.695. Lo que más molesta es que mi casa permanece virtualmente apagada, y Jasec aseguró que, en la época de lluvia, el cobro iba a ser menor, pues no es necesario invertir en combustibles. En el momento de pagar, me enteré de que mi caso no es el único, y no obedece a un daño interno en la red de la casa. El descontento es general. Todos los cartagineses reclaman por este aumento desproporcionado en sus recibos. ¡El pueblo cartaginés debe hacer algo y no quedarse cruzado de brazos ante semejante agresión!
Johnny Díaz Pérez
Cartago
Chequeextraviado
Perdí mi billetera con todos mis documentos, incluida la tarjeta de crédito y un cheque de gerencia por un extrafinanciamiento, el cual se reportó y bloqueó inmediatamente. Ahora, el banco me dice que, aunque yo nunca cambié el cheque, debo empezar a pagar según lo acordado. Para reponerme el cheque, debo depositarles ¢100.000 para poner un anuncio en La Gaceta durante tres días y pagar gastos de abogados. Yo pregunto: si el dinero nunca salió ni saldrá de sus arcas, ¿por qué debo pagar algo que no he disfrutado? Lo lógico y razonable es que todo se anule, y acá no pasó nada, o reponerme el cheque y seguir lo acordado. Llamé a la Defensoría del Consumidor y me dicen que ellos no defienden “todas” las quejas. ¿Quién me ayuda, entonces? ¿Acaso los bancos privados pueden hacer lo que les dé la gana con el cliente, y no hay quien diga nada?
Jorge Vega Castro
San José
Proliferación de sectas
La Iglesia católica está consciente del problema de la proliferación de sectas y hace lo propio para reunir más, cada día, a los creyentes. El cisma provocado por sacerdotes con inclinaciones sexuales desviadas ha agrietado las estructuras piadosas, propiciando que más de un feligrés busque consuelo en otras agrupaciones. La persona de Cristo ha sido atropellada, comercializada y vilipendiada por mercaderes de la fe, que, escudados en la ignorancia de algunos, los atrapan con facilidad. Me causa risa contemplar las curaciones que realizan al instante, muy propias del circo que han montado.
Manuel A. Campos Guevara
Cartago
Dañoen parqueo
El 2 de julio, mi automóvil fue dañado en la parte frontal en el parqueo de Best Brands, en Heredia. Algunos años atrás, una sentencia estableció que la responsabilidad debe ser asumida por el local, pero la gerente de Operaciones manifestó lo contrario. ¿Dónde están la responsabilidad civil, el servicio y la protección al consumidor?
Luis Orlando Vindas Villalobos
Heredia
Un mal, denominado ‘peor’
¿Cuánto me detiene un “peor”? Frases como “Estoy con él porque hay peores hombres”, “Soporto esto porque hay peores jefes”, “Vivo aquí porque hay peores lugares”, “Como esto porque hay peores comidas”. Si vemos hacia abajo, hacia lo peor, hacia lo menor, siempre nos vamos a sentir bien. Y ¿dónde queda lo que quiero? Siempre rechazo esa comparación, porque, simplemente, no es justa con quienes están “peor” que uno. Y ¿qué hay de quienes están arriba? ¿Queda prohibido mirarlos? Si los voy a ver para deprimirme, mejor no hacerlo y seguir sintiéndome bien, pero nadie se para a decirnos que miremos hacia arriba y construyamos escaleras, que no miremos hacia abajo para no sentirnos grandes. Miremos hacia arriba y vamos a querer estar ahí. Como siempre va a haber alguien más arriba, nunca dejaremos de luchar, sin deprimirnos, todo lo contrario: amando luchar por más. Cuando el cielo es el límite, como dicen por ahí, solo hay un lugar hacia donde mirar: arriba.
Paola Alfaro Molina
Educadora