Motocicleta no llega
El 24 de julio mi esposa y yo compramos una motocicleta Harley-Davidson. Como parte de la negociación le solicité al vendedor agregarle las defensas para que me la entregaran con tan importante accesorio de protección. A tal petición sus superiores, incluido el gerente de ventas, ofrecieron hacerlo mediante un pedido especial, en 12 días. Sin embargo, a esta fecha, sigo esperando la entrega de mi motocicleta con el accesorio. Tampoco he tenido una disculpa para tremendo incumplimiento.
Óscar Acuña Alvarado, Moravia
La historia se repite
Cuando conocí Golfito, hace un montón de años, era la época de la buena vida. Cada familia tenía su casa con luz y agua. En el muelle se trabajaban las 24 horas. En el comedor se comía lo que se quisiera a cualquier hora y los trabajadores tenían a su disposición el mejor hospital. Cualquier trabajador, en especial los nicoyanos, lucían hebillas de oro macizo, esclava de buen peso y rienda gruesa de oro puro. Cualquier estudiante de más de 12 años armando cajas ganaba mucho de dinero.
Entonces los sindicalistas hicieron una huelga que duró 63 días. La compañía bananera se fue y ya no había dónde trabajar. El sindicato terminó con la época dorada de la zona sur. Hoy, los sindicatos están acabando con la economía del país, con el turismo que generaba miles de empleos, la inversión extranjera, etc.
Carlos Esquivel Esquivel, Guanacaste
Primera clase
Con mucha frecuencia la prensa nos cuenta de “famosas” que han tenido que salir corriendo de una clínica privada de estética a un hospital de la Caja a pedir ayuda por una mala práctica. ¿Cómo hacen para que las operen de inmediato, una, dos y hasta tres veces en una misma semana, mientras mujeres humildes de muy lejos de San José esperaran a veces años por una operación de cáncer de mama? Algo no anda bien en Costa Rica; con cosas así se están creando ciudadanos de primera y segunda clase.
Felipe Quirós Castro, Mercedes de Montes de Oca
Tradición cortada
Es triste que la Antorcha de la Independencia haya tenido que ser trasladada por aire en lugar de hacerlo por nuestras vías terrestres, a través de nuestras ciudades como es tradición, debido a los cierres de carreteras por gente que dice amar a Costa Rica.
Margarita Rohrmoser, San José
Lotería a toda hora
La Junta de Protección Social con el premio acumulado ha desatado una locura. De eso se aprovechan vendedores para cobrar hasta un 30 % más del valor real de cada fracción. Muy pocos costarricenses saben que aquí se juegan a diario hasta tres sorteos. Esto induce a los compradores compulsivos a gastar más de la cuenta y a descuidar gastos necesarios en el hogar. A esto hay que sumarle los tiempos clandestinos, la lotería panameña y los tiempos en el Mercado Borbón.
Los sorteos deben ser como antes: martes, viernes, domingo y eliminar el acumulado.
Fernando Cordero Alvarado, Desamparados
Nada cambia
En mi infancia veía como mi maestra llevaba trabajo a la casa para revisar, luego preparaba las clases y hasta los fines de semana pasaba preparando material. 40 años después veo que todo sigue igual: no les pagan dedicación, no tienen salario base justo, no escuchan sus necesidades, ningún gobierno se ha sentado a darles un incentivo acorde a sus necesidades, en vista de que trabajan horas extras durante todo el año. La Ley de Carrera Docente está obsoleta, nada se ha mejorado en tantos años, ningún sindicato ni gobierno ha hecho algo para tomarlos en cuenta.
¿Quién los ayuda? Los docentes luchan y piden derechos, no para que les quiten privilegios, porque no tienen nada, sino para que sean valorados y apoyados por alguien.
Gerardo Arias Artavia, Escazú
Abrir los monopolios
Los sindicatos estatales están actuando con mala fe, engaños y saña contra el pueblo por su capacidad de extorsionar al paralizar y sabotear los monopolios estatales. Para la defensa de nuestra integridad y seguridad como pueblo llegó la hora de abrir esos monopolios, comenzando por el de combustibles.
Nuestro peor enemigo es interno y se aprovecha de la vulnerabilidad de nuestro sistema estatal de monopolios productivos. Ya se demostró la capacidad de mejoría y beneficio generalizado de los mercados abiertos: banca y telefonía celular. En defensa de la patria de sus peores enemigos, los internos, llegó la hora de la apertura de los monopolios.
Álvaro Herrera Ortiz, San José