A los 15 años, su papá le regaló una bicicleta. Con el obsequio se cumplió un enorme anhelo que Isabel tenía desde su infancia, cuando las circunstancias económicas impedían comprarlo.
Desde aquel momento, se montó en la “bici” y nunca más se despegó de ella. A sus 60 años, Isabel Román Vega practica el ciclismo de montaña, explorando junto a su esposo los distintos rincones de Coronado. Para ella, este deporte representa una verdadera “forma de libertad”.
Pero sobre su caballo de metal también pone en práctica la Sociología, cada vez que conoce un pueblito o habla con una persona en esos barrios a los que llega dando pedal. La ahora coordinadora del informe del Estado de la Educación, cursó Sociología desde 1982 en la Universidad de Costa Rica (UCR). En ese entonces, Román le dijo a su padre que eso era lo que ella quería estudiar, a pesar de que la profesión no era bien remunerada.
Antes de ingresar a la “U”, en 1979, durante la crisis económica que vivía Costa Rica, se encontró en el periódico La Nación una nota que decía que la pobreza estaba por encima del 50%.
La muchacha le preguntó a su mamá qué significaba aquella información. La respuesta que le dio fue que había más familias como la de ellos. En ese momento, se dio cuenta de que quería conocer la manera en la que funcionaba la sociedad.
“Estudie porque eso es lo que la va a sacar de pobre”. Esa frase de sus progenitores resonaba en su mente y la impulsó a seguir adelante en la Universidad.
Mientras estudiaba comenzó a trabajar en una organización no gubernamental (ONG) en la que investigaba la realidad del país y ofrecía esa información a otras empresas. Todos los lunes viaja a las comunidades de Chacarita, en Puntarenas, a dar charlas y hablar de la situación política, social y económica de Costa Rica. Hizo lo mismo en los barrios del sur de San José, Guápiles y Pérez Zeledón, entre otras zonas.
“Eso fue importante para mí, porque aprendí a transmitir la información de una manera muy fácil para que la gente entendiera”, dijo Román.
Ahí, además, aprendió a trabajar en equipo.
Poeta de vida sencilla
La Sociología también la ayudó a encontrar otra pasión: escribir poesía. Román espera publicar su primer libro en unos meses, pues lo ha venido trabajando con ayuda de amigos poetas, en paralelo con sus obligaciones profesionales.
La coordinadora del reconocido informe educativo aprovechó su experiencia para escribir sobre el sentir de las mujeres. Recordó que en la primera parte de su carrera trabajó con mujeres en temas de desarrollo rural e incluso coordinó la primera política nacional de igualdad y género de Costa Rica; todo eso lo convertirá en versos que pronto compartirá.
“Abrir campo a las mujeres no ha sido fácil y en temas rurales, por ejemplo, es un área de machos, machotes, digo yo. En términos generales sí ha habido que darse su lugar, pero creo que he tenido buena suerte porque aprendí a trabajar en equipo”, insistió Román.
Mientras se trasladaba a otro espacio de la casa sin dejar de conversar, eran notables los muchos estantes con libros y el arte que colgaba en las paredes. La familia, afirmó con una sonrisa, es amante de la cultura.
De hecho, el tema es tan importante que ella también forma parte de la Junta Directiva del Parque La Libertad, un proyecto con el que buscan llevarle oportunidades de desarrollo personal, por medio del arte y educación, a comunidades vulnerables de la capital.
Según dijo, junto con su esposo e hijos procuran una vida sencilla y tranquila, compartiendo sus asuntos del día. Su hija mayor estudia Ingeniería y el hijo menor, Cine. Las conversaciones al final de la jornada suelen ser muy interesantes.
“Todo lo que tiene que ver con pinturas nacionales vinculadas con el tema de mujeres me gusta mucho y también la lectura. A nosotros (su familia) nos gusta una vida simple, disfrutar de las conversaciones, el contacto con la naturaleza, el arte del buen comer”, contó Román entre risas.
La socióloga sí deja muy claro en cada conversación que las personas son el centro de todo y la importancia de darles una buena posición. La vida de Román sigue girando alrededor de la búsqueda de soluciones para una Costa Rica que tiene mucho por delante. También busca esas respuestas sobre pedales y entre versos.