En el Parque Central, mientras espera clientes, este bolero narra que al día a veces no hace ni para los pasajes del bus. Tiene 65 años y desde hace 50 se dedica a limpiar los zapatos de otros.
En el Parque Central, mientras espera clientes, este bolero narra que al día a veces no hace ni para los pasajes del bus. Tiene 65 años y desde hace 50 se dedica a limpiar los zapatos de otros.