Podemos reír hasta llorar, o hasta que los músculos de la cara se tensen tanto que sea imposible dejar de sonreír. Nos gusta reír y hay cientos de explicaciones científicas sobre el por qué de esto. Pero realmente no es necesario saber todas esas razones para apreciar una buena comedia.
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La Ópera Cómica de Madrid presenta el clásico <em>La gallina ciega</em>, obra de Manuel Fernández Caballero