La vivencia en Noruega del costarricense Heiner Mora, pasó por dos etapas: el optimismo inicial y la desilusión de lo que él mismo consideró como “promesas sin cumplir”.
La vivencia en Noruega del costarricense Heiner Mora, pasó por dos etapas: el optimismo inicial y la desilusión de lo que él mismo consideró como “promesas sin cumplir”.