Los gremios costarricenses actúan al revés: primero van a huelga y luego negocian; además, han establecido alianzas incoherentes con la izquierda y las iglesias evangélicas.
Los gremios costarricenses actúan al revés: primero van a huelga y luego negocian; además, han establecido alianzas incoherentes con la izquierda y las iglesias evangélicas.