Si los electores mantienen la apatía por las urnas, demostrada en las tres últimas votaciones municipales, el país perdería ¢5.000 millones de los destinados para elegir a los alcaldes y otras autoridades locales.
Si los electores mantienen la apatía por las urnas, demostrada en las tres últimas votaciones municipales, el país perdería ¢5.000 millones de los destinados para elegir a los alcaldes y otras autoridades locales.