Adal Ramones no necesitó ni presentación ni mucho menos un guión preparado para hacer explotar de la risa a un teatro Melico Salazar sin una sola butaca libre, con su primero de tres espectáculos de monólogos la noche del miércoles.
Adal Ramones no necesitó ni presentación ni mucho menos un guión preparado para hacer explotar de la risa a un teatro Melico Salazar sin una sola butaca libre, con su primero de tres espectáculos de monólogos la noche del miércoles.